El Albergue Municipal de la Juventud se convertirá durante unos 3 meses en albergue de contactos con el objetivo de que las familias que hayan tenido contacto estrecho con personas positivas de COVID19 y que no puedan cumplir una cuarentena de 10 días en su vivienda puedan hacerlo en buenas condiciones.
La detección de las necesidades de alojamiento en el albergue correrá a cargo del Departamento de Salud de la Generalitat, a través de los profesionales de los CAP, que derivarán a la Cruz Roja las familias que necesiten alojarse en el albergue.
El operativo tiene un marcado carácter social y sanitario. Se aplican estrictos protocolos de funcionamiento, de uso de los espacios, de limpieza, desinfección y circulación de las personas usuarias. El servicio está pensado para atender a familias en situación socioeconómica vulnerable de Vilafranca y alrededores que viven en viviendas que no reúnen las condiciones para realizar un aislamiento correcto en caso de que tengan que hacer cuarentena.
El concejal de Juventud, Miquel Medialdea comenta que "el Ayuntamiento responde así positivamente a la petición recibida por parte del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, que es quien hizo la solicitud hace unas semanas pidiendo la cesión de alojamiento municipal temporal con esta finalidad".
Nueva normalidad, mejoras y nuevos servicios
Una vez termine este operativo, y en la medida en que las restricciones lo permitan, el Albergue Municipal de la Juventud recuperará los servicios habituales de alojamiento y alimentación para alberguistas, así como la cesión de espacios a entidades locales para actividades de formación, comidas o celebraciones.
Para la próxima temporada Medialdea ha avanzado que "se ha ampliado la oferta de plazas para el programa Vacaciones en Familia de Xanascat". Así, desde abril de 2021 hasta febrero de 2022, las familias interesadas podrán optar a algunas de las 1.260 plazas disponibles en un total de 23 fines de semana.