Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 13 de junio a un hombre de 28 años que tenía vigente una Orden Internacional de Detención emitida por las autoridades de Chile por un delito de secuestro. Según el cuerpo policial, el hombre vivía en El Vendrell -municipio donde tuvo lugar la detención- donde trataba de pasar desapercibido. El secuestro que se atribuye al detenido tuvo lugar en marzo de 2021 en Peñaflor, en Chile, y la policía explica que este hombre y otro golpearon a un tercero y lo hicieron subir a un coche por la fuerza. Después de golpearlo repetidamente lo liberaron. El contexto de esta agresión, afirman los Mossos, está relacionado con una venganza. El ahora detenido huyó a Madrid, y posteriormente se trasladó a Barcelona.
Después de la paliza las autoridades chilenas pusieron en marcha una investigación para esclarecer los hechos. Descubrieron que uno de los dos presuntos autores de los hechos había viajado primero a Madrid y después a Barcelona. Las autoridades judiciales chilenas dictaron la correspondiente orden internacional, firmada el 25 de marzo de 2022.
En paralelo, la policía chilena emitió una alerta por la posible presencia del fugitivo en Cataluña a través de la Interpol. La búsqueda de los Mossos ha durado casi un año, hecho que la policía catalana atribuye a la "complejidad" del caso.
En este sentido explica que el fugitivo había tomado medidas para evitar la acción policial como no llevar documentación acreditativa, ser discreto y pasar desapercibido, dormir en habitaciones de alquiler sin contrato y trabajar en el mundo de la construcción de manera ilegal. Con todo, los agentes pudieron ubicar al investigado en El Vendrell.
Finalmente el 13 de junio efectivos del GRAF organizaron un dispositivo en el domicilio donde residía y detuvieron al hombre cuando se dirigía después de la jornada laboral. El mismo día de la detención pasó a disposición judicial del Juzgado Central de Instrucción número 2 de Madrid.
