El fondo marino de Cubelles centra parte de la atención de la cuarta fase del proyecto Posidonia Activa, una iniciativa de investigación y divulgación que busca recolectar datos sobre el estado de salud de las praderas de posidonia en los espacios marinos no protegidos del litoral catalán.
Con los primeros datos obtenidos en las inmersiones que se han hecho en el litoral de Cubelles se ha constatado que “son densas y tienen un buen estado de salud”. Laura Sànchez, bióloga, explica que uno de los objetivos del proyecto es sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de la conservación de la posidonia. Así, se han organizado actividades dirigidas como inmersiones, salidas de esnórquel o charlas. “Hasta que no sabes lo que tienes es imposible que lo respetes”, apunta.

La investigación de este verano se ha centrado en la franja marítima entre Cubelles y Cunit y se sumará a los estudios realizados anteriormente desde 2020 en Creixell, Roda de Berà, Coma-ruga, Sant Salvador y Calafell. Laura Sànchez, bióloga del proyecto Posidonia Activa, explica que después de una primera inspección con un barco equipado con un sonar multihaz para localizar las praderas, se hacen inmersiones científicas con voluntarios para tomar diferentes medidas y evaluar su estado de salud.
Con los primeros resultados, se ha constatado que el estado de las praderas de posidonia en las aguas de Cubelles es bueno y se han identificado especies bioindicadoras, tanto las protegidas como las que están en peligro de extinción, de la buena calidad del agua. Àlex Noheda, concejal de Medio Ambiente de Cubelles, ha recordado que nunca se había cartografiado la posidonia en el litoral del municipio y ha celebrado que se hayan encontrado y en buen estado. “La posidonia es, a pesar de su importancia, muy desconocida y este proyecto es un paso previo indispensable para su conservación”, ha señalado.

Laura Sànchez ha explicado que con los resultados obtenidos se hará un seguimiento anual de las praderas detectadas para comprobar si crecen o decrecen y tomar las medidas necesarias para su conservación. En este sentido, ha destacado que tenerlas localizadas y conocer su importancia permitirá pedir a las instituciones medidas de protección como balizar las zonas sensibles para evitar que embarcaciones tiren las anclas, uno de los peligros a los que se enfrentan.
La bióloga ha recordado que la posidonia oceánica es una especie de fanerógama marina con gran interés biológico, ya que es precursora de ecosistemas marinos importantes, es el hogar y el alimento de miles de especies, reservorio de CO₂, barrera natural que ofrece protección costera ante la regresión litoral, favorece la oxigenación del mar, el mantenimiento del suelo marino y expulsa microplásticos del mar gracias a las bolas que producen las hojas secas.

Participación ciudadana
La iniciativa, liderada por la organización 'Anèl·lides, servicios ambientales marinos', contempla como parte "esencial" la participación ciudadana, que se ha vehiculado a través de inmersiones, salidas guiadas de esnórquel y charlas para el público general. En las salidas de esnórquel, por ejemplo, que se harán hasta el 31 de agosto, los participantes, equipados con cámaras fotográficas, reciben una formación previa sobre las especies que se pueden encontrar y, posteriormente, toman imágenes de todas las que ven para poder tener un registro al detalle para estudiar la biodiversidad asociada a las praderas de posidonia.

Para Sànchez, esta parte divulgativa y de participación es muy importante porque “es la mejor manera de proteger”. "Las explicaciones y la observación hacen ver y entender cosas que de otra manera es difícil hacer llegar", apunta.
Las escuelas del municipio también participarán en el proyecto, a través diversas formaciones al profesorado y de la propuesta Bolas de Neptuno, pensada para transmitir a los niños la importancia de la conservación de la posidonia y las amenazas a las que se ve sometida.