Diversos municipios del Alto Penedès se han aliado para evitar el uso de músicas sexistas en los desfiles de Carnaval. La iniciativa nació en Santa Margarida i els Monjos, y poco a poco se han sumado los principales desfiles de la comarca.
Las carrozas y comparsas deben comunicar previamente qué canciones utilizarán, y la organización supervisa que no haya músicas sexistas. El objetivo común, explican los diferentes organizadores a la ACN, es “evitar extender unas actitudes y un lenguaje que no es correcto y que va en contra de la igualdad y el respeto”. Avisan de que hay letras de canciones que “normalizan relaciones tóxicas y violentas” y hacen un llamamiento a evitar propagar estos mensajes, especialmente entre los más jóvenes.
En Els Monjos comenzaron a examinar las músicas de las canciones en 2019, y el mismo camino lo han seguido Castellví de la Marca, Olèrdola y Sant Martí Sarroca. El último municipio en sumarse a esta medida ha sido este año Vilafranca del Penedès, que en las bases de inscripción al desfile resalta en letra negrita “La música que se difunda no puede contener letras de estereotipos machistas y deben fomentar el respeto hacia las mujeres”. Desde el consistorio vilafranquino, sin embargo, han declinado explicar a la ACN ningún detalle sobre la aplicación de este requisito.
En el caso de Els Monjos, la concejala de Cultura e Igualdad, Esther Marmaneu, apunta que fueron pioneros después de constatar cómo en los desfiles había muchos jóvenes “cantando letras con contenido claramente sexista y LGTB-fóbico”. Para poder excluir estas canciones, piden a la treintena de grupos participantes en el desfile del próximo día 19 que comuniquen previamente al Ayuntamiento el listado de canciones que tienen previsto utilizar para separar aquellas que sean sexistas.
A la hora de establecer el filtro, la concejala apunta que hay casos “muy flagrantes”. Señala, por ejemplo, ‘Suavemente’ de Elvis Crespo. “Con el ‘Bésame’ del estribillo se puede ver un imperativo constante que recuerda al típico baboso de discoteca que no deja en paz a las chicas”, asegura Marmaneu, lamentando que “a menudo el romanticismo enmascara contenidos que no se pueden tolerar”.
Otras canciones excluidas son ‘Rueda’ de Chimbala, “la más violenta de todas”. La letra explica el despecho de un chico hacia una chica que no le contesta las llamadas, y se cantan frases como ‘Que Dios te bendiga, manita, y que te vaya bien. Ojalá que te choque un carro y te pise un tren’. “Es una apología al asesinato de las chicas”, critica Marmaneu. También señala ‘Punto 40’ de Rauw Alejandro, donde se canta ‘Si no tuviera mi loba para que la despose me voy con la manada hasta que me destroce’.
Aunque buena parte de las canciones retiradas son de estilo reggaeton, la concejala precisa que han encontrado canciones sexistas y discriminatorias en un amplio abanico de géneros y músicas analizadas. Incluso las más extendidas durante los desfiles, como ‘Carnavalera’ de Havana Delirio. En este caso, en un momento de la canción se pronuncia ‘marica, mariquita, maricomo’, y dice que hay grupos que la siguen utilizando, pero suprimen este fragmento.
Marmameu celebra que la medida de Els Monjos ha ido arraigando, tanto entre los grupos de disfraces como en otros municipios de la comarca. Como Castellví de la Marca y Sant Martí Sarroca, que este sábado y domingo dan el pistoletazo de salida a tres semanas de desfiles por toda la comarca. Desfilarán entre 20 y 30 grupos -la cifra varía en cada uno de los dos municipios.
El concejal de Igualdad y Fiestas de Castellví, Eliseu Alegre, resalta la necesidad de “hacer pedagogía” para erradicar “todos los mensajes que vulneren los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBI o que haga burla de cualquier persona”. Alegre asegura que supervisar las canciones es un trabajo muy pesado y minucioso, y explica que en los últimos años han llegado a analizar más de 600 temas conjuntamente con el Ayuntamiento de Santa Margarida i els Monjos.
A base de fomentar el uso de músicas no sexistas, los organizadores aseguran que ahora la mayoría de los participantes en los diferentes desfiles -muchas entidades repiten de municipio en municipio- “ya hacen un filtro previo” y casi todos los listados de canciones ya no son sexistas. Hace tres años, la mitad de músicas no superaban el cribado de los organizadores.
Aun así, Alegre también hace un llamamiento a crear un sistema de control general para todos los municipios y fiestas: “Está muy bien colgarnos la medallita cuando llega el 8M o el día del Orgullo LGTBI, pero hace falta hacer un trabajo previo para evitar que los niños escuchen esta música y generar realmente una conciencia colectiva”. Confía en que la medida adoptada en el Carnaval “pueda acabar siendo una herramienta de transformación social”.
El Ayuntamiento de Olèrdola ha sido uno de los últimos en añadirse a esta medida. En este municipio hay dos desfiles de carrozas los días 25 y 26 de febrero. La concejala de Cultura, Anna Boada, sostiene que filtrar las canciones que se utilizan en las carrozas y comparsas permite que los jóvenes “tomen conciencia” de unas letras “que no son un juego”. “Parece que sólo están cantando una canción, pero en el fondo se están impregnando de una melodía que contiene mensajes peligrosos”, añade.
Subvenciones condicionadas a las músicas
Para garantizar la implicación de los participantes en la elección de canciones, los diferentes ayuntamientos publican unas bases de participación donde se deja por escrito que no se pueden utilizar músicas sexistas. Para asegurar que se cumple esta norma, no sólo controlan el listado de forma previa sino que en muchos casos también se hace un control aleatorio durante el desarrollo de los desfiles.
Una vez terminada la fiesta, si hay carrozas o comparsas que no han cumplido la normativa, se exponen a no cobrar la subvención prevista para todos los participantes y a quedar fuera del concurso y los consiguientes premios económicos. “No es ninguna censura ni prohibición, sino hacer entender que se estaba normalizando un lenguaje que no debería ser”, explica la concejala de Els Monjos, que sostiene que “no tiene ningún sentido subvencionar grupos que propagan estos mensajes”. El último año, dos carrozas no filtraron las músicas y pudieron participar igualmente en la fiesta, pero sin cobrar subvención.
Esfuerzo colectivo
Entre las entidades participantes, inicialmente la restricción de músicas generó polémica, pero los impulsores aseguran que poco a poco los grupos se han avenido a hacer la selección a favor de una causa común. Desde Tribu del Foix, Montse Nogué explica que hay varios participantes que ya habían cuestionado el uso de determinadas músicas antes de que fuera una norma para todos, y apunta que su grupo ha decidido utilizar sólo canciones que reivindican la libertad y el empoderamiento femenino.
“Casi todo el mundo lleva las mismas canciones y parece que no se pueda ir a contracorriente”, dice Nogué, que defiende “un Carnaval diferente con canciones chulísimas y coreografías en las que lo más importante sea sentirse cómodo”.
Control desigual en la costa penedesenca
En el litoral de la veguería penedesenca, el Carnaval es una de las fiestas más importantes. En los municipios costeros aseguran que también defienden la exclusión de músicas sexistas, si bien no hay un control tan exhaustivo como en el Alto Penedès.
En Calafell, Cunit y Cubelles existe el compromiso de pedir a los participantes que eviten el uso de este tipo de canciones, pero sólo Calafell lo supervisa durante los desfiles que se despliegan en tres puntos del municipio. “En más de una ocasión hemos pedido a mitad de recorrido que retiraran una canción que era claramente ofensiva”, apuntan fuentes municipales, que precisan que antes de los desfiles no se pasa ningún filtro a las listas de reproducción de las carrozas.
En el caso del multitudinario y mediático carnaval de Sitges, el Ayuntamiento y la comisión organizadora también promueven el uso de músicas no sexistas. En este sentido, dinamizan la elaboración de una lista de reproducción en plataformas musicales donde todo el mundo puede añadir las canciones que considere más adecuadas. A las carrozas se les insta a seguir esta misma línea, pero no hay un trabajo específico con los grupos participantes sobre esta cuestión.