La fauna marítima tiene desde este viernes un elemento que le ayudará a regenerarse frente a la costa de Calafell. Un biotopo ha sido sumergido a poca distancia de la playa, a la altura del Puerto de Segur. La estructura ha sido depositada a 200 metros de la costa, fuera ya de la zona balizada de baño, y a una profundidad de entre 6 y 8 metros. Pesa unas dos toneladas y está construida con el material calcáreo propio de la zona.
La instalación ha corrido a cargo de Sealand, la empresa adjudicataria del servicio de balizamiento de las playas del municipio, que lo ofreció como una mejora del contrato. Esta adjudicación se hizo por cuatro años y se encuentra en el tercer año de vigencia. El coste anual del balizamiento es de 34.000 euros anuales.
Los biotopos artificiales son grandes piezas que atraen a la flora y la fauna marinas y hacen que se forme un arrecife. Es un refugio para los peces más pequeños, que pueden ocultarse de los depredadores: así la vida sigue creciendo y multiplicándose. Los biotopos son útiles en playas de arena como las de Calafell, donde no existen arrecifes naturales que hagan esta función. Que esta estructura se haya sumergido cerca del Puerto tiene este mismo sentido: con la escollera portuaria se amplía la zona de refugio.
El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, ha explicado que "la instalación del balizamiento de las playas, para crear una zona de baño segura, se aprovecha este año para sumergir un biotopo, previsto como mejora en el contrato". Ferré dice también que "es una medida que enriquecerá la vida submarina de nuestra costa y una iniciativa medioambiental valiosa".
Por su parte, Jordi Garcia, de la empresa Sealand, dice que "se trata de generar vida cerca de la costa, en playas arenosas que no tienen rocas o arrecifes naturales". Añade que "de hecho, lo que instalamos son casitas para peces, donde pueden refugiarse de los depredadores".
