Los servicios de veterinaria de la Generalitat, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Policía local de Calafell han realizado hoy una intervención en una perrera particular que había suscitado quejas en las redes sociales en las últimas horas. Tras la inspección de las instalaciones, y vistas las condiciones deplorables que presentaban, se han abierto diligencias por abandono de animales, que podrían elevarse a diligencias por maltrato.
En la intervención se han encontrado 25 perros vivos y uno muerto. Se ha asegurado que hubiera comida y bebida para los animales, que además han sido atendidos por un veterinario. Mañana continuará el control e inspección y se tomará la determinación que sea necesaria.
La perrera está situada cerca de la depuradora de aguas residuales y es propiedad de un particular de Calafell. Hace años que el Ayuntamiento intenta que se regularice como núcleo zoológico, pero este procedimiento se ha topado con la ambigüedad de la normativa vigente, que no establece el número de animales a partir del cual una colección particular de perros debe constituirse en núcleo zoológico. Aun así, anteriores inspecciones habían comprobado, a diferencia de ahora, que las condiciones de los animales y las del recinto eran correctas.