Ramon Ferré hace balance de los primeros cien días de gobierno de esta legislatura

13 de mayo de 2020 a las 13:50h

Los primeros 100 días del mandato 2019-2023 han tenido tres ejes principales en Calafell, según ha explicado el alcalde, Ramon Ferré, al hacer balance. La reorganización de los servicios municipales, los actos de autoridad ante el incivismo y la ocupación ilegal y la confirmación de que el proyecto de recuperación natural de las playas sigue adelante, son el resultado de este primer tramo de mandato.

Como noticia especialmente positiva, Ferré ha destacado el hecho de que Costas del Estado haya asumido el 100% del coste del proyecto de regeneración natural de las playas del municipio. Un proyecto valorado en 308.049,75 euros, que se podrá poner en marcha en breve. Con esta se podrá combatir el retroceso de la línea de costa, con unos medios sostenibles tanto ambientalmente como económicamente.

"Las dunas funcionarán como un sistema de defensa de costas ante el embate de los temporales, y a la vez serán un reservorio de arena que permita reponer en los puntos que queden afectados", dice.

Pero el alcalde hace especial énfasis en los actos de autoridad que el Ayuntamiento ha activado para combatir el incivismo, especialmente en la limpieza, y la ocupación ilegal de viviendas en el municipio. Ferré subraya que existe una serie de situaciones que no pueden continuar ni un día más en el municipio y ante las cuales habrá tolerancia cero.

Contra el incivismo

En cuanto al incivismo en la limpieza, el alcalde apunta que "estamos reorganizando los servicios municipales relacionados con la vía pública y la limpieza, con la unificación de los equipos de inspectores que había hasta ahora y nueva contratación de personal. Lo anunciamos hace un par de semanas y ya he firmado los decretos de reorganización, traslado de plazas, definición de funciones... Y en breve contrataremos tres nuevos inspectores que se sumarán a los cinco ya existentes".

El cambio más notable es que los inspectores no lo serán, como hasta ahora, por temas sino por zonas. Y en cada zona que tengan asignada controlarán los problemas y situaciones que haya, sean del tema que sean. "No era normal que, por una misma calle, pasaran hasta tres inspectores, cada uno para vigilar una cosa diferente. En cambio, a partir de ahora podremos pasar más veces por cada sector del municipio".

Además, el Ayuntamiento se ha hecho cargo directo del servicio de la Línea Verde. Es un servicio que, a través de internet o de un teléfono gratuito, permite a la ciudadanía transmitir la existencia de cualquier problema de limpieza, desperfectos en el mobiliario urbano o señales de tráfico o daños en calzadas y aceras. También es la herramienta para concertar la recogida gratuita de algunos residuos, como los muebles y trastos y los restos de poda. Esta gestión directa permitirá centralizar las incidencias comunicadas y priorizarlas óptimamente.

Finalmente, se ha puesto mano en los mercadillos semanales para reducir el coste de los residuos que genera la actividad comercial. Un coste que se disparaba por la falta de reciclaje de los paradistas. Una campaña realizada este pasado mes de agosto ha permitido reducir este coste en cerca de la mitad, con un ahorro que, si se consigue mantener a lo largo de todo el año, significará un ahorro de 17.000 euros anuales.

Contra la ocupación ilegal

El otro acto de autoridad que el Ayuntamiento está poniendo en marcha tiene que ver con la ocupación ilegal de viviendas. El alcalde, al pasar balance de los 100 días, ha avanzado que a principios de octubre habrá las primeras acciones sobre el terreno, que consistirán en inutilizar los pinchazos ilegales en la red de agua.

Desde que anunció esta medida, los servicios municipales han identificado varios casos y han elaborado una lista de viviendas donde las conexiones irregulares se taparán, si es necesario con hormigón, para que no se puedan reenganchar.

El alcalde explica que "una cosa es que alguien ocupe por necesidad, como consecuencia de los graves problemas causados por la crisis de la última década, pero una muy diferente son las ocupaciones por auténtica cara dura". Ferré se refiere a las ocupaciones vacacionales (los que ocupan para tener una vivienda de vacaciones) o para cultivar marihuana. También a quien ha hecho de la ocupación una forma de vida y se niega a aceptar la ayuda de los servicios sociales para normalizar su situación.

En estos casos, "habrá mano dura y tolerancia cero. Esto no se puede permitir, porque genera una serie de problemas de convivencia y de incivismo que van añadidos, además de que se crea un efecto llamada que no queremos en absoluto".

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