La antorcha de los Juegos de Río de Janeiro de 2016, que se fabricó parcialmente en Calafell, continúa ocupando un lugar de honor en el Museo Olímpico de Lausana. Este centro expone los modelos de las diferentes antorchas de los juegos olímpicos contemporáneos, desde los de Atenas de 1896 hasta los de Río, de 2016. Y allí, el visitante puede ver una pieza buena parte de la cual produjo la empresa calafellense Repulsados Lasa.
El Museo Olímpico está ubicado en Quai d'Ouchy, 1, de la ciudad suiza de Lausana. Inaugurado en 1993, es una magnífica exposición sobre la historia del movimiento olímpico, que incluye materiales históricos de todas las ediciones de los Juegos contemporáneos. Aquí encontrará más información sobre el museo (horarios, tarifas...).
En cuanto a la antorcha olímpica de Río, Repulsados Lasa fabricó el tubo central y las decoraciones de las 16.000 unidades que se produjeron. Otras empresas elaboraron el resto de los artilugios, concretamente el depósito de gas interior y el sistema que mantiene encendida la llama.
A Repulsados Lasa le había llegado el encargo a través de la empresa francesa que ganó el concurso convocado por el Comité Organizador de Río 2016. La empresa calafellense trabaja con una técnica consistente en transformar placas de metal mediante sistemas de rotación, que conserva un carácter fuertemente artesanal, que hace que haya pocas empresas que se dediquen.
Con esta técnica, la empresa elabora piezas para las principales multinacionales de la energía, laboratorios, automoción, mobiliario, aeronáutica e incluso del armamento. Producen desde sanitarios antivandálicos para prisiones, llantas para coches y farolas para la vía pública, a carcasas para balas y proyectiles o para bengalas.
Sin embargo, el renombre internacional le viene a Repulsados Lasa por la fabricación de urnas funerarias. Produce 5.000 unidades al mes, parte de las cuales se exportan, y es la única empresa del Estado español que fabrica con esta técnica.