El parque de ocio familiar Calafell Aventura abrió sus puertas este viernes, 29 de marzo, con el objetivo de convertirse en un nuevo atractivo turístico del municipio, que tire del resto del sector. El proyecto lo han impulsado en los últimos dos años un grupo de empresarios locales, que han invertido en el total de la operación un millón de euros. Las instalaciones abren con 30 puestos de trabajo, que en temporada alta se ampliarán hasta llegar a 80.
Calafell Aventura es una de las principales inversiones turísticas que se han hecho en el municipio en los últimos años. Nace para atraer público familiar del municipio y de todas partes, con una oferta de ocio al aire libre que incluye tirolinas, rocódromo, cine 5D, servicio de bar y restauración, atracciones y otros artilugios, un espacio para organizar eventos... Y tiene uno de los mejores minigolfs de la Costa Dorada, que incorpora reproducciones de los principales monumentos y elementos patrimoniales calafellenses, como el Castillo de la Santa Creu, el Bote Salvavidas, la iglesia románica de Sant Miquel o el Monumento al Pescador.
"Es una oferta muy amplia que puede llegar a públicos muy diversos, pero que tiene un especial perfil familiar", explica el portavoz de los promotores, Isidre Farré. Ha añadido que "la inversión casi ha duplicado las previsiones iniciales, porque hemos querido ofrecer auténtica calidad y la máxima seguridad. La integración de las atracciones respetando el pinar tiene un coste importante y los elementos de seguridad que tendrán las tirolinas son los mejores. No dejamos ningún detalle al azar".
El parque ocupa 15.000 metros cuadrados, en el recinto del antiguo camping Buen Vino, que cerró hace unos 15 años. El espacio se había degradado mucho a lo largo de los años y ofrecía una pésima imagen a pie de estación de tren. El proyecto de ocio ha permitido rehabilitar los terrenos, con una intervención que ha preservado el pinar protegido, que es uno de los principales valores del terreno.
Tal como habían venido anunciando los promotores, la entrada al parque es gratuita y sólo se paga por usar las atracciones, con una tarjeta de prepago recargable.
En el acto inaugural, celebrado este jueves, el alcalde, Ramon Ferré, ha recordado que "este era un espacio degradado y en desuso, en un lugar céntrico. El pinar estaba protegido, pero no había contenido". Ha añadido que "ahora será un gancho para el turismo familiar, que es una de nuestras apuestas de futuro. Era una pieza que nos faltaba como municipio".