El Ayuntamiento de Calafell estudia medidas para detener el expolio de lentisco en los bosques del municipio. Esta actividad produce daños en el medio ambiente, pero también genera conflictos entre los "recolectores" y los propietarios de los terrenos, además de otros problemas, y las quejas del vecindario de las urbanizaciones de las zonas más altas del municipio han llegado incluso al pleno municipal.
El Ayuntamiento elaborará una normativa que regulará no solo la cuestión del lentisco, sino también cualquier explotación forestal sin permiso, ya que sin una ordenanza no se pueden aplicar sanciones, ni confiscar el material. La clave es que hay especies que no están protegidas, pero la ley forestal exige que siempre haya autorización del propietario del terreno, si se trata de una actividad lucrativa, como es el caso.
Además, se estudia la opción de cerrar caminos para que no los puedan usar las furgonetas que cargan las plantas recogidas: en este caso, solo tendrían llave los propietarios de terrenos y los servicios de emergencias.
Los vecinos denuncian que, aparte del daño ecológico y los enfrentamientos, se dañan caminos y se genera riesgo de incendio forestal, porque los grupos que cogen lentisco encienden fuegos para hacerse el almuerzo o la comida. La Policía local interviene si recibe un aviso, pero no siempre es fácil localizar a los expoliadores. Es más, los recolectores suelen ser personas en situación muy precaria y lo que habría que hacer es actuar contra las furgonetas cargadas de material, que a menudo cuesta de identificar. El lentisco es una especie típica del bosque mediterráneo. La planta tiene mucha salida comercial. Se utiliza principalmente como ornamentación, pero también para preparados medicinales, para elaborar barnices y aromas. Uno de los principales destinos es Holanda. Desde hace tiempo, hay bandas organizadas que se dedican a expoliarlo.
El teniente de alcalde de Ecología Urbana, Aron Marcos, explica, no obstante, que "la auténtica dificultad para detener esta práctica es que la Generalitat permite que en el Mercado de la Flor entre material sin pedir un certificado de procedencia".