La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Calafell ha aprobado, este lunes 30 de noviembre, el plan de despliegue de fibra óptica que le ha presentado el operador Adamo Telecom Ibérica, el tercero que tendrá presencia en el municipio. Adamo instalará su propia red en el núcleo de Segur, entre la vía del tren y la autopista.
Cubrirá, pues, el centro del núcleo y un sector de la parte de montaña. Es una zona bastante poblada de Segur donde el despliegue de la fibra de los otros dos operadores que cuentan con los permisos municipales, Movistar y Orange, va con retraso en relación a otras zonas del municipio. El Ayuntamiento considera que la competencia entre operadores servirá de estímulo para acelerar la instalación de las respectivas redes.
Adamo es un operador de telecomunicaciones, nacido en Suecia en 2004. Llegó a España en 2007. Su marca de la casa es ofrecer internet de alta velocidad, de hasta 1.000 Mb, a usuarios domésticos. Como el resto de operadores, ofrece paquetes de servicios que incluyen telefonía fija y móvil. También tiene servicios para autónomos, pymes y grandes empresas. En Cataluña ha instalado red propia en municipios como Esplugues de Llobregat, Sant Fost, Montmeló, Montornès del Vallès, Cervera, Maçanet de la Selva, Martorelles, Reus y Sant Celoni.
Presión a los otros operadores
Además de aprobar los trabajos de este nuevo operador, el Ayuntamiento continúa presionando a los otros dos operadores, Movistar y Orange, para que cumplan los plazos a los que se habían comprometido. Sobre todo en lo que se refiere a zonas de Segur y de las urbanizaciones, donde el despliegue se está ralentizando. También se están buscando soluciones para casos que afectan a tramos de calle, más o menos aislados, en otros barrios y núcleos, donde la fibra sí llega.
El Ayuntamiento recuerda que los operadores cuentan con todos los permisos municipales. Y, en particular, que si al usuario le dicen que faltan estos permisos, se trata de una excusa falsa. En algunos casos, la fibra no puede desplegarse porque falta que una comunidad de vecinos autorice el paso del cableado por su fachada. Esto ocurre en los núcleos con edificios plurifamiliares.
En Segur, de la vía hacia arriba, o en las urbanizaciones, el problema está en el hecho de que el cableado depende de los postes de telefonía, ya que la mayoría de viviendas son unifamiliares y no tienen fachadas continuas. En este segundo caso, la rivalidad entre compañías conlleva que se pongan trabas por el uso de los postes, lo que causa una ralentización del despliegue.