Calafell ha rendido un homenaje público a Marcel Miró, uno de los pioneros del hockey sobre patines en el municipio y mito viviente del deporte local. Miró (Calafell, 1934) formó parte del primer equipo que tuvo el Club Patí Calafell, entidad fundada en 1952 y que se estrenó en las pistas dos años después.
Marcel Miró sigue vinculado a la entidad aún hoy, en una trayectoria que se acerca a las siete décadas. En reconocimiento a esta trayectoria, la pista polideportiva del Castell lleva su nombre desde hace poco: el pasado viernes, se descubrió una placa conmemorativa.
Es una de las tres pistas históricas donde se ha jugado a hockey en Calafell antes de la construcción del pabellón Joan Ortoll. Además de la del Castell, la de la Rectoria, que estaba situada en la actual Plaza Mayor del núcleo del Pueblo, y la de Ca la Lita, en el desaparecido cine al aire libre de la Playa, en el interior de la isla de casas delimitada por las calles Mossèn Jaume Soler, Sant Pere, Vilamar y Mallorca.
Miró comenzó su trayectoria deportiva jugando al fútbol con el CF Calafell. También jugó al tenis de mesa, bajo los colores del Centro Parroquial de Calafell, y fue campeón comarcal en 1953. Dio el salto al hockey a los 18 años. Era conocido por una muy buena técnica con el patín, el stick y la bola. Destacaba por ser un jugador astuto y hábil, con mucho peligro atacando y capacidad goleadora. Se le conocía en las pistas por jugar a menudo con gorra, para protegerse del sol, en una época en que los partidos de hockey se jugaban siempre al mediodía.
Jugó tres temporadas en primera división en la década de 1960, y se convirtió en campeón de segunda división española, y campeón de Cataluña. Entrenó equipos juveniles y el segundo equipo del club. Y se hizo cargo del primer equipo en momentos delicados. También ha formado parte de la junta directiva del Patí Calafell y ha hecho todos los papeles del auca en la entidad, incluso vendiendo entradas.