El Ayuntamiento de Calafell aplicará en 2022 los mismos impuestos y tasas que este 2021. De hecho, será el quinto año consecutivo de congelación de las ordenanzas fiscales. Una congelación que continuará en próximos ejercicios, según ha anunciado el alcalde, Ramon Ferré, en el pleno municipal de este 21 de octubre.
Ferré ha explicado que la municipalización de servicios genera unos ahorros claves para no tener que incrementar la presión fiscal. "Los gastos crecen año tras año, porque sube el precio de las cosas, por el IPC, las revisiones de contratos... Pero los ingresos o son los mismos o bajan por la situación y se debe buscar un equilibrio", dice. Y añade: "Haber dado músculo a la empresa municipal CEMSSA ha sido decisivo para contener el gasto y evitar tener que aumentar los impuestos".
Y todo ello, sin olvidar que en 2016 el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) bajó un 10%, cumpliendo una promesa de las elecciones del año anterior, y que significó poner a disposición de los contribuyentes más de 2 millones de euros, que perdía en ingresos el Ayuntamiento.
Recordemos que, en 2015, CEMSSA tenía 400.000 euros de presupuesto, 20 trabajadores y gestionaba 3 servicios. Actualmente, cuenta con 7 millones de euros, 230 trabajadores y 11 servicios. Servicios que seguirán ampliándose en el futuro.
En la mencionada sesión plenaria, el Ayuntamiento aprobó introducir algunos retoques de funcionamiento interno en las ordenanzas fiscales, una parte para adaptar algunos de sus párrafos a novedades normativas y otras para mejorar los sistemas de comprobación fiscal. Pero no se tocó ningún importe o porcentaje de los impuestos propiamente dichos.