Calafell prevé inaugurar este verano el nuevo centro de acogida de perros, un espacio donde el consistorio se ha propuesto "ir un paso más allá" de las adopciones convencionales. El Ayuntamiento quiere que esta perrera municipal se convierta en un lugar donde los animales puedan aspirar a disfrutar de una "nueva vida con fines sociales". Así, tiene previsto entrenar perros de defensa para mujeres que han sufrido violencia de género o acoso, a la vez que también se formarán para acompañar a personas mayores que viven solas, sin red familiar. "No debemos quedarnos en los estereotipos básicos de un perro, porque el animal es un ser vivo que puede ofrecer muchas ayudas", sostiene a la ACN la concejala de Bienestar Animal, Helena Rubio.
En 2015, el municipio se propuso convertirse en villa 'pet friendly', "pero hacían falta acciones de calidad enfocadas hacia este objetivo", explica Rubio. Después de incentivar a los vecinos para que censaran a sus animales y conseguir ampliar el número de mascotas con chip, el siguiente paso ha sido disponer de un centro municipal donde atender a los perros abandonados y ofrecerlos en adopción.
El último año, el Ayuntamiento recogió de la calle cerca de 150 perros abandonados o perdidos. La mayoría fueron reclamados por sus dueños, pero 24 quedaron desamparados y fueron trasladados a la protectora de animales de Torredembarra, que centraliza la acogida y adopción de perros de los municipios de alrededor. Con el nuevo equipamiento de Calafell, donde se han invertido más de 700.000 euros, el municipio tendrá 60 jaulas para poder gestionar directamente la acogida y adopción de estos animales.
Unas adopciones que el Ayuntamiento quiere que abracen un abanico amplio de posibilidades, "y no sólo responder a la típica familia con niños que busca acoger a un animal". Es por este motivo que, con la puesta en marcha del nuevo centro, prevén impulsar dos proyectos sociales que garanticen un nuevo futuro a los perros y, a la vez, beneficien emocionalmente a las personas que los acojan.
Por un lado, está previsto entrenar determinadas razas para "proteger" a mujeres víctimas de violencia machista. Rubio precisa que el proyecto no está pensado tan solo para perros de razas potencialmente peligrosas, sino que se valorará cada animal que llegue al centro y también podrían entrar en el proyecto animales procedentes de otras protectoras.
La concejala apunta que "muchas víctimas de violencia de género disponen de una pulsera que les permite garantizar una distancia con su agresor", pero lamenta que "hay menos protección de la deseada, porque a muchas mujeres no se les concede este dispositivo". Rubio asegura que ofrecerles un perro de defensa "puede ser muy importante para su estabilidad" y sostiene que "permite ofrecer herramientas allí donde no llegue la justicia".
Por otra parte, la previsión es que en el nuevo centro de acogida de Calafell también se entrenen perros para hacer compañía a los ancianos. Rubio recuerda que el municipio ofrece el servicio 'Buenos días' a los vecinos mayores de 80 años que no tienen red familiar, a los cuales cada mañana Servicios Sociales les hace una llamada para garantizar su bienestar. "A menudo no hablan con nadie más durante todo el día, y tener un animal de compañía les puede dar mucha vitalidad", apunta, añadiendo que la iniciativa busca "motivar los sentimientos de la gente mayor para que no entristezcan".
Rubio explica que el compromiso de sacar al perro a pasear y tener compañía en casa son elementos que mejoran la salud emocional de estas personas, "porque pueden crear un pequeño núcleo familiar y vivir una belleza de más calidad". La concejala puntualiza que la responsabilidad no recaerá al 100% sobre los ancianos que acojan a los animales, los cuales dispondrán de una persona que tutorizará esta adopción. Calcula que hay más de 80 vecinos a quienes les podría interesar esta iniciativa.
Más a largo plazo, Rubio avanza que la intención es ampliar las finalidades sociales de la nueva perrera. Ofrecer terapias para niños con autismo o entrenar perros para actividades específicas en las residencias de ancianos son otras propuestas que el Ayuntamiento tiene previsto iniciar en los próximos años, a la vez que se quiere potenciar las instalaciones como centro formativo. "Queremos aprender todo lo posible de expertos y voluntarios", resalta.
Y es que el centro funcionará con personal municipal, pero también beberá de las aportaciones de entidades animalistas, ya que la previsión es "disponer de una amplia red de voluntarios" que permitan desplegar los diferentes proyectos y cuidar de los animales. Este voluntariado, añade, también está previsto que se involucre en el funcionamiento del nuevo centro de recuperación de felinos que abrirá puertas en el municipio, con espacio para una treintena de gatos.
El Ayuntamiento está ahora haciendo los últimos trámites con la Generalitat para obtener los permisos de apertura de los dos equipamientos, un proceso que Rubio calcula que se alargará cerca de dos meses. Confía en que puedan entrar en funcionamiento este verano, "o en septiembre a lo sumo". "Si queremos ser un municipio 'pet friendly', hacen falta acciones para fomentar este sentimiento y defender este sello de calidad", reafirma Rubio.