Calafell comienza a instalar 43 cámaras de vigilancia y lectores de matrículas

27 de diciembre de 2021 a las 13:57h

El Ayuntamiento de Calafell ha comenzado la instalación en el municipio de 43 nuevos dispositivos de vigilancia electrónica. 26 son cámaras y 17, lectores de matrículas. Con estos aparatos, la Policía Local gana unos ojos extra que permitirán reaccionar más rápidamente ante hechos delictivos, o al menos ayudar a resolverlos con la información conseguida.

El alcalde, Ramon Ferré, explica que "todo el mundo es consciente de que nuestro municipio tiene 200 kilómetros de calles y que es dificilísimo llegar a todas partes". Pero añade: "Hay soluciones tecnológicas, como las que estamos implantando, que ayudan a mejorar la eficacia de nuestros efectivos policiales. Sea en la respuesta inmediata, sea en la investigación de los hechos ocurridos".

Los nuevos dispositivos que se están instalando son de última generación. Las cámaras de videovigilancia ofrecen imágenes en tiempo real de altísima resolución. Cuentan con visión nocturna y tecnología de reconocimiento facial. Y ofrecen un radio visual de 360 grados y un zoom de 32 aumentos.

Por su parte, los lectores de matrículas no leen tan solo el número correspondiente, sino también la marca y modelo del vehículo y el color. También determina el sentido de circulación e incluso el distintivo medioambiental del vehículo. Es más, puede identificar cualquier vehículo de la Unión Europea y de la mayor parte de países de otros lugares del mundo.

Por ejemplo, el control de matrículas puede ser útil para casos de violencia de género en los que haya una orden de alejamiento. Si el vehículo del presunto agresor está controlado por esta orden, será detectado si se acerca a la víctima, saltará una alarma y se podrá enviar una patrulla inmediatamente.

Las imágenes obtenidas por estos dispositivos serán recibidas en directo en la comisaría de la Policía Local, donde hace dos años y medio que funciona una sala de control de todas las cámaras y aparatos de vigilancia virtual. Desde entonces ya se controlaban visualmente lugares conflictivos del municipio. Por ejemplo, la zona de ocio nocturno de la calle Monturiol o los pasos de peatones bajo la vía del tren.

Ahora, todo ello, se amplía a otras zonas del municipio, especialmente a lugares apartados y sobre todo a las urbanizaciones del municipio.