El grupo de Unitat d'Aran en la Diputación de Lleida ha promovido una moción para reclamar la aplicación de medidas tanto al gobierno del estado español como a la Generalitat de Cataluña para que se defina una política fiscal "específica y progresiva", que estimule la economía en los municipios rurales y de montaña en el ámbito estatal, y para que se establezcan estrategias a favor de la cohesión territorial y el impulso de acciones para detener la despoblación de estas. El Alto Pirineo es uno de los territorios más afectados, ya que, a pesar de representar el 20% de la superficie de Cataluña, solo alcanza el 1% de la población. La moción también insta a la Diputación de Lleida a definir estrategias de carácter local, que impliquen la participación de los territorios concernidos para elaborar un diagnóstico preciso de la situación así como las oportunidades "que pueden ser clave para revertir esta situación".
La moción, que se debatirá en el próximo pleno de la diputación leridana el viernes 24 de marzo, ha sido presentada conjuntamente con el grupo del PSC de la Diputación de Lleida. Según el reciente estudio realizado por la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) casi el 50% de los municipios del Estado se encuentran por debajo de los 1.000 habitantes, de estos, 1.286 están por debajo de los 100 y 2.652 por debajo de los 500, todos ellos en riesgo de desaparición en los años venideros si no se invierten las tendencias. Por lo que respecta a la demarcación de Lleida, en los últimos diez años, los pueblos de menos de cien habitantes se han multiplicado por dos y es la demarcación catalana con más municipios por debajo de los mil habitantes, situándose en 2016 en el 71,4%. Para Francesc Boya, diputado de Unitat d'Aran en la Diputación de Lleida, ''resulta urgente que las administraciones se impliquen en este asunto, ya que los efectos negativos de esta despoblación sobre el resto de la sociedad son numerosos'' y añade que ''en las zonas de montaña se encuentran elementos capitales para el desarrollo del conjunto de la sociedad como el agua, la energía, la recuperación del oxígeno, la preservación del patrimonio natural o las herramientas para luchar contra el cambio climático, todos ellos son elementos claves para el desarrollo como país y se ponen en cuestión con la desaparición de cada pueblo''. ''Se debe reconocer la tarea de las diputaciones en el apoyo a los pequeños ayuntamientos y, muy especialmente en el mantenimiento de los servicios básicos de estas regiones, pero el problema no tiene solo un carácter jurídico o administrativo, porque las causas que producen la despoblación son muy transversales'', añade Boya.
