El canal de Urgell cierra este martes al mediodía el regadío del canal principal cinco meses antes de lo previsto, una medida inédita en los 160 años de la infraestructura que abastece Ponent.
Durante el día, algunos agricultores aún riegan sus fincas por última vez con la incógnita de saber cuándo podrán volver a repetir la acción y con la incertidumbre de si las esperadas lluvias de mayo llegarán. "Las perspectivas son muy malas", afirma Àlex Mas, agricultor de Linyola (Pla d'Urgell) que este martes riega un campo de trigo que está en pleno crecimiento.
"Está sacando la espiga y si le quitamos el agua perderemos el 50 o 60% de la cosecha", ha dicho, mientras que en los campos que no ha podido volver a regar estima que las pérdidas llegarán al 80%.