La ciudad de Tremp se convirtió ayer en el epicentro del vino de montaña con la celebración de la 13ª Jornada de Vinos del Pirineo, un encuentro organizado por el programa municipal Al teu gust, aliments del Pallars. La edición de este año ha puesto el foco en un tema cada vez más relevante para el sector: la presencia del vino catalán en la restauración y la importancia de los vinos de calidad y de kilómetro cero para fortalecer la identidad gastronómica del territorio.
La jornada, celebrada en el Institut Geogràfic i Geològic de Catalunya, reunió a sommeliers, restauradores, distribuidores y productores del Pirineo y de todo el país. El objetivo: reflexionar sobre el camino que recorre el vino desde la bodega hasta la copa del cliente y analizar cómo restaurantes y tiendas especializadas pueden convertirse en los mejores prescriptores del territorio.
La sommelier Isabelle Brunet dio el pistoletazo de salida con una ponencia centrada en la mediación entre terroir, memoria y experiencia del comensal. Durante su intervención remarcó que “la armonía fácil y obvia es la de proximidad... Lo más importante como sommelier es leer al cliente. Según la hora a la que reservan y en qué idioma se dirigen, ya puedes adelantarte a sus deseos”. Brunet puso de relieve el valor de adaptar el relato y la oferta a cada persona para hacer del vino una experiencia viva.
La jornada continuó con Enric Santisteban, responsable de la Taverna del VINSEUM y recientemente reconocido como el mejor wine bar de Cataluña en los premios CARTAVI. Destacó la importancia de incorporar el juego, la curiosidad y la pedagogía para enriquecer la experiencia del consumidor. Por su parte, los miembros de Terra i Taula, David Vernet (Vell Papiol) y Ester Andreu (Torclum), reivindicaron la restauración como la mejor ventana de visibilidad para los pequeños productores.
El debate principal llegó con la mesa redonda sobre cocina, territorio y selección de vinos, que reunió a tres restauradores del Pallars —Inés Quintana (Cal Jou), Josep Palau (Casa Masover) y Llorenç Aguilar (Cafè d’Espanya)— y al sumiller y distribuidor Jordi Martínez (Selecte Wine Store). Todos ellos coincidieron en subrayar el papel cada vez más activo de la cocina en la confección de las cartas de vinos y en la necesidad de construir un relato vinculado al territorio.
Conducida por la periodista de Vadevi.cat Júlia Catarineu, la jornada concluyó con una cata de Vinos del Pallars con la participación de los elaboradores. Un espacio de encuentro e intercambio que puso el punto final a un certamen consolidado y que reafirma los vinos del Pirineo como uno de los motores identitarios y económicos del territorio.