El Ayuntamiento de Tàrrega ha transformado el albergue municipal de transeúntes en un nuevo espacio de atención social para personas del municipio en situación de vulnerabilidad. Las instalaciones se han preparado para ofrecer un lugar donde ducharse y lavar la ropa a las familias que viven en viviendas con pocos recursos.
Este servicio se presta dos días a la semana bajo la supervisión de técnicos del área de Acción Social. Las personas beneficiarias pueden hacer uso del lavadero y las duchas del antiguo albergue además de proveerse de alimentos básicos.
Cabe decir que Tàrrega ha cerrado el albergue de transeúntes como tal por la bajada significativa de personas usuarias y por el elevado coste que suponía dar cumplimiento a la nueva regulación de este tipo de equipamientos. En este sentido, la normativa obliga ahora a disponer de la figura de un vigilante todas las noches del año, gasto que por su elevado coste no puede asumir ni el consistorio ni Cáritas, que hasta ahora gestionaba las instalaciones. Sin embargo, según ha explicado la alcaldesa Alba Pijuan Vallverdú en una entrevista en Ràdio Tàrrega, la capital de Urgell no desatiende a ninguna persona sin hogar que esté de paso por la ciudad: "No se deja a nadie en la calle. En estos casos, bajo la gestión de la Policía Local, seguimos ofreciendo una cama para pasar la noche en el antiguo albergue", ha señalado la primera edil. Hay que recordar que este equipamiento comparte edificio con el cuartel de la Policía Local.
La alcaldesa también ha manifestado que el consistorio irá implementando otros proyectos de carácter social en el antiguo albergue, dirigidos igualmente a colectivos vulnerables y en especial a familias con pocos recursos. Hay que recordar que el edificio, situado en la calle de La Pau, era la sede del antiguo centro de ancianos y fue habilitado en 2008 por el consistorio para usos municipales. Actualmente, además del cuartel de la Policía Local, también desarrolla su actividad el Centro de Formación de Personas Adultas.