La ciudad de Tàrrega ha instalado este martes 25 de mayo nueve adoquines Stolpersteine para rendir homenaje a los vecinos que fueron deportados a los campos de concentración nazi de Mauthausen en los años 40. El acto conmemorativo ha sido muy emotivo y ha contado con la presencia de varios familiares de las víctimas que han querido estar presentes en este reconocimiento de memoria histórica.
El evento ha comenzado a las 10h de la mañana en la plaza Mayor con la interpretación musical de La lista de Schindler a cargo del Cuarteto de Saxos de la Escuela Municipal de Música de Tàrrega. Posteriormente, han tenido lugar las intervenciones institucionales de la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan Vallverdú, la concejala de Memoria Histórica, Ivonne Pont, y el director del Memorial Democrático, Jordi Font. Todos ellos han querido destacar la relevancia de este acto para no olvidar unos hechos que han marcado nuestra historia y para rendir homenaje a las personas que sufrieron el fascismo en primera persona.
Posteriormente, se ha iniciado el recorrido de instalación de 9 adoquines Stolpersteine, que se han instalado delante de las últimas residencias donde las víctimas vivieron en libertad. En cada domicilio se ha leído la biografía de la persona homenajeada por parte de alumnos de las escuelas de Tàrrega, se ha hecho una ofrenda floral y se ha realizado una fotografía de recuerdo. Además, también se ha grabado toda la jornada para tener un documento histórico de la conmemoración y se entregará una copia a los familiares.
Las nueve personas homenajeadas han sido Josep Ybós Briansó, Miquel Pont Llobera, Josep Minguell Porta, Andoni Foguet Doll, Emili Peruga Puy, Francesc Josep Sentís Baiget, Josep Real Lloses, Josep Aubach Arnaldo y Modest Farré Farré. Todos ellos fueron deportados a Mauthausen durante la Segunda Guerra Mundial. Cinco murieron en los campos de concentración nazi y cuatro consiguieron sobrevivir. Uno de ellos volvió a Cataluña, mientras que el resto vivió en Francia hasta su muerte.
La última instalación del adoquín Stolpersteine ha tenido lugar en la calle de las Parres del Talladell donde se ha celebrado la clausura con el parlamento del historiador local, Jaume Ramon Solè, y la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan Vallverdú, en el mes en el que se cumplen los 76 años de la liberación del campo de concentración de Manthausen a cargo de las tropas americanas.
Más de 75.000 Stolpersteine por todo el mundo
El artista alemán Gunter Demnig diseñó e instaló el primer adoquín Stolpersteine en 1996. Desde entonces, se han colocado más de 75.000 en recuerdo de los deportados en una veintena de países y en Cataluña se han instalado más de 300.
Stolpersteine es un término alemán que significa 'piedras que nos hacen tropezar' y, según Demnig, detenerse e inclinarse para leer la inscripción del adoquín es una muestra de respeto hacia las víctimas. Se trata de unos bloques de hormigón, de aproximadamente 10 cm x 10 cm, con una placa de latón dorado donde están grabados los datos de las personas detenidas y deportadas.
