Tàrrega bailó ayer a ritmo de rumba en un concurrido concierto celebrado en la plaza de Sant Antoni, en el corazón del casco antiguo. Los protagonistas fueron los guitarristas Miliu Calabuch y Diego Cortés, que desplegaron un ameno repertorio donde no faltaron clásicos del género como “Una lágrima cayó en la arena” o “Sarandonga”. La actuación, incluida dentro del ciclo Tàrrega Sona 2023, se convirtió en un tributo y una reivindicación de la rumba genuinamente catalana y popular. En este sentido, el acto también formó parte de la programación organizada por la Concejalía de Cultura en el marco del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se conmemora cada 8 de abril. De esta forma, la capital de Urgell pone en valor las aportaciones culturales de la comunidad gitana.
Miliu Calabuch es sobrino del mítico Pere Pubill Calaf ‘Peret’, el artista de rumba más conocido, mientras que Diego Cortés es conocido por haber actuado con artistas de la talla de Albert Pla o Kejaleo. Por otra parte, hay que recordar que la rumba es un género musical muy arraigado en Tàrrega gracias a los Pubill, Carlitos Miñarro o La Terrasseta de Preixens. También dentro de los actos del Día Internacional del Pueblo Gitano, los niños disfrutaron el pasado 12 de abril de un espectáculo didáctico en la Biblioteca Germanes Güell a cargo del músico Sam Mosquetó, director del Ecomuseo Urbano Gitano de Barcelona.
Paralelamente, la Biblioteca Germanes Güell acoge hasta el 29 de abril la exposición didáctica “Porrajmos, el genocidio nazi del pueblo gitano”, que denuncia cómo la población gitana fue exterminada de manera sistemática por el régimen de Hitler. La muestra ha sido cedida por la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña. En el mismo espacio también se puede encontrar una exposición bibliográfica sobre la historia y la cultura del pueblo gitano. Además, el pasado 8 de abril la bandera romaní se colgó en el balcón de la Casa Consistorial. Así, el Ayuntamiento de Tàrrega reafirma su compromiso en favor de la tolerancia y en contra de la discriminación, el racismo y el llamado “antigitanismo”.