Durante la reunión, se evaluó la acción de gobierno y se diseñaron las líneas de futuro. La seguridad, el civismo y la convivencia, así como el bienestar desde el punto de vista del espacio público, incluyendo todos los servicios relacionados con el confort de la ciudadanía, se han establecido como prioridades para lo que queda de 2024 y a nivel presupuestario de cara a 2025, junto con grandes proyectos de mejora urbana, promoción de la ciudad y generación de oportunidades.Todo, fomentando especialmente el acceso a la vivienda y con la sostenibilidad como bandera.
El próximo año, Lleida afrontará el reto que implica llegar a los 150.000 habitantes y debe ser, en palabras del alcalde, "la ciudad del sí, la Lleida del cambio que no tiene miedo y que quiere ser más implicada, más emocional y más identitaria.Queremos que Lleida avance pero preservando la identidad.Debemos proteger y promover las tradiciones, la cultura, el patrimonio y nuestra forma de ser.Es lo que nos hace sentir orgullosos y orgullosas".
