Un tribunal profesional juzgará a J. S., de 36 años, acusado de matar a puñaladas a un hombre de 56 años y herir a su hija, de 33, en Alfarrás (Segrià). Los hechos tuvieron lugar en el segundo piso del número 68 de la avenida Lleida de la localidad, el 19 de mayo de 2016, presuntamente por un asunto de drogas. El abogado del acusado, Carles López, intentó primero en el juzgado de Balaguer y después en la Audiencia de Lleida, que fuera un tribunal popular quien juzgara a su cliente pero tanto el juzgado como la Audiencia han rechazado todos sus recursos. La Audiencia de Lleida ya desestimó también trasladar al acusado por el crimen de Alfarrás a un hospital psiquiátrico no penitenciario, tal como pedía López. El acusado sigue en prisión provisional en la Unidad de Hospitalización Penitenciaria Psiquiátrica (UHPP) de Can Brians hasta que se celebre el juicio.
López insiste en que su cliente necesita ser tratado de su esquizofrenia paranoide de manera continuada y que los informes de dos peritos psiquiatras concluyen que es inimputable, es decir, que no se le pueden atribuir responsabilidades penales porque tiene totalmente anuladas sus capacidades. Este extremo, sin embargo, deberá ratificarse en un juicio. El detenido, según su abogado, reconoció los hechos y explicó que el detenido reconoció los hechos y justificó el crimen alegando que las víctimas lo querían envenenar vendiéndole sustancias adulteradas. El abogado intentó que su cliente fuera tratado de manera continuada de su esquizofrenia paranoide, diagnosticada desde los 18 años, en un centro psiquiátrico no penitenciario ya que sufre un "deterioro cognitivo muy alto" y proponía su traslado a Sant Joan de Déu de Almacelles o al centro de larga duración de Balaguer. Precisamente, en Sant Joan de Déu, en Almacelles, J. S. ha estado ingresado hasta en cuatro ocasiones. En la última estuvo dos años y salió en enero de 2016, cuatro meses antes de cometer el crimen.
