El Juzgado Mercantil número 1 de Lleida ha perdonado a una madre y a su hijo, vecinos de Agramunt, una deuda de 99.431,90 euros (83.586,90 euros a ella y 15.845 euros a él). En este sentido, su situación de insolvencia tuvo su origen cuando, después de enviudar, la mujer pidió préstamos para cubrir sus gastos diarios y avaló préstamos de sus hijos, mientras que el hombre también contrajo deudas para apoyar económicamente a su madre. No obstante, no pudieron cumplir con sus obligaciones y se vieron obligados a acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad. De esta manera, el juez exonera del pasivo insatisfecho a los clientes de Bergadà Abogados, boutique legal especializada en Derecho concursal.
El origen del sobreendeudamiento tiene origen en una difícil situación familiar. La madre, sin más ingresos que su pensión de viudedad, solicitó préstamos para ayudar a uno de sus hijos y avaló préstamos de otros. En su intento de pagar puntualmente esta deuda, solicitó más préstamos para poder llegar a fin de mes y cubrir sus gastos diarios. Pero esto generó un efecto bola de nieve.
Por su parte, el hijo que ahora ha sido exonerado, trabajador por cuenta ajena, asumió el cuidado de su madre después de la muerte del padre. Así, durante años las necesidades de los dos se sostuvieron con su salario mínimo. "Con su sueldo y mi pensión de viudedad no llegábamos a fin de mes. Incluso, llegué a pedir otro préstamo para pagar uno anterior, pensando que esta era una solución, pero no fue así. Eran de los que se anuncian en televisión y que dan muchas facilidades, pero con intereses altísimos", relata la mujer.
Ante la insuficiencia de ingresos y el alquiler del piso, el hijo se vio también obligado a solicitar otros préstamos. De hecho, su propia vivienda "fue entregada al banco", expresan, después de una ejecución hipotecaria. La abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, indica que "todo esto agravó aún más su situación de vulnerabilidad económica".
A pesar de sus esfuerzos por cumplir con las obligaciones contraídas, la carga financiera acabó siendo insostenible. "Llegó un punto en el que, si pagábamos lo que debíamos, teníamos que dejar de comer", expresan. Marta Bergadà puntualiza que "esta familia llegó a una situación límite, en la que mantener un mínimo de estabilidad económica era imposible. Ambos intentaron cumplir con sus obligaciones, pero los ingresos no alcanzaban para cubrir una vida digna y hacer frente a las deudas".
En octubre del año pasado, la mujer y su hijo acudieron a Bergadà Abogados, ya que su sede también se encuentra en Agramunt, en busca de una solución a su difícil situación. De esta manera, se estableció una primera reunión, "analizamos su caso y vimos claramente que ambos eran deudores de buena fe, por lo que se podían acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad", explica la letrada.
De hecho, la mujer añade que "al principio yo no tenía mucha confianza en esta ley y fueron dos hijos los que insistieron y me convencieron de que era la mejor opción". Además, también recuerda la infinidad de llamadas de empresas de recobro y entidades bancarias reclamándole el pago de la deuda. "Eran amenazantes. Llegó un momento en que, si no conocía el número, ya no descolgaba, pero continuaban insistiendo", lamenta.
Marta Bergadà remarca que "estas acciones tienen un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de la persona afectada. Por ello, no hay que olvidar que estas acciones pueden constituir violaciones de los derechos personales del deudor".
De esta manera, se inició el procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad y la buena noticia llegó recientemente, cuando el juez del Juzgado Mercantil número 1 de Lleida perdonaba la deuda a esta familia de Agramunt, en total 99.431,90 euros. Primero fue al hijo (15.845 euros) y semanas después a la madre (83.586,90 euros). "Cuando Marta Bergadà me informó de que los dos estábamos libres de deudas me puse a llorar de los nervios. Hoy día aún me emociono al recordarlo, porque ha sido mucho tiempo de sufrimiento", expresa la mujer.
Ahora, madre e hijo afrontan el futuro "con mayor tranquilidad y podremos seguir adelante sin la pesada carga de una mochila con deudas. Todo está solucionado y tenemos claro que no queremos más préstamos, ya que hemos aprendido la lección", concluyen ambos.
La abogada Marta Bergadà subraya además la relevancia del mecanismo jurídico que ha permitido este desenlace. “La Ley de la Segunda Oportunidad es la única vía que tienen muchas personas para recuperar su vida cuando todo parece perdido. Es fundamental visibilizar que existe esta herramienta jurídica para quienes se han endeudado por causas sobrevenidas y no pueden salir adelante sin ayuda”. Finalmente, recuerda que cada vez son más los ciudadanos que recurren a esta solución para cerrar una etapa de sobreendeudamiento y empezar de nuevo.