Orgullo y lucha. Ahora más que nunca

27 de junio de 2025 a las 14:25h

El 28 de junio recordamos las revueltas iniciadas en 1969 en Stonewall Inn, en Nueva York, que dieron lugar a lo que hoy conocemos como movimiento LGBTI+.

En la actualidad, el colectivo LGTBI+ goza de derechos que eran impensables hace tan solo unas pocas décadas, y que ahora damos por hechos y garantizados. Derechos como el del matrimonio, el del reconocimiento de la propia identidad, a formar una familia, o a expresarse y vivir libremente. Creer que ya está todo hecho y que todo el mundo puede disfrutar de estos derechos responde únicamente al privilegio de quien se siente parte de una pretendida normatividad que, a pesar de todo, sigue empujando a muchísimas personas a los márgenes y al silencio. Las discriminaciones están todavía muy presentes para el colectivo LGTBI+: en la escuela, en el trabajo, a la hora de acceder a una vivienda, con la negación de la identidad, ante el rechazo familiar, por el estigma y el señalamiento, por el sexilio o el retorno forzado a los armarios.

Actualmente, la ola reaccionaria y fascista a escala global señala directamente a las personas LGBTI+ como uno de los enemigos internos para impulsar sus políticas antisociales y pone en peligro todos los avances alcanzados. Por eso no debemos tener miramientos al señalar quién quiere justificar la perpetuación de las discriminaciones y violencias y negar los derechos humanos, dejémoslos en evidencia!

Las políticas abiertamente antitrans del gobierno laborista del Reino Unido, la persecución a la diversidad familiar en Italia o la prohibición por parte del régimen de Orban de la celebración del Orgullo en Budapest, en Hungría, son tres ejemplos de esta ola reaccionaria y fascista que recorre el mundo y que también ha llegado a nuestra casa.

En el Parlamento de Cataluña, hace pocas semanas que VOX, de la mano con Alianza Catalana, han intentado derogar la Ley 11/2014 contra el LGBTI-fobia. En las Cortes Valencianas, PP y VOX quieren validar terapias de conversión, eliminar la diversidad sexual y recortar la ley trans valenciana.

El Observatorio contra el LGTBI-fobia recogió durante 2024 un 4,9% más de incidencias respecto al año anterior. En Poniente, todavía tenemos vivo el recuerdo de las agresiones homófobas en Cervera y en Riudarenes.

Por todo ello, ahora tiene más sentido que nunca reivindicar el orgullo de ser y existir, y la vigencia de todas las luchas que nos han precedido. Porque tenemos que volver a salir a la calle, a plantar cara ante el fascismo y la ola reaccionaria.

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