La sede del Servicio Educativo del Segrià ubicada en el Instituto Joan Oró de Lleida ha inaugurado este martes una nueva sala de audiometría del Servicio Educativo CREDA (Centro de Recursos Educativos para Deficientes Auditivos). Este ente depende del departamento de Enseñanza, que ha invertido 40.000 euros. Se trata de un nuevo espacio construido con la tecnología más avanzada en cuanto a la ingeniería acústica, que permite valorar el grado de agudeza auditiva y de percepción del sonido y el habla de los niños y jóvenes de entre 0-18 años. Tal y como ha explicado la directora del CREDA, Rosa Pereta, el objetivo es saber "qué grado de pérdida auditiva tienen los niños y asesorar sobre qué aparatos les conviene más". La Unidad de Valoración y Orientación Audioprotésica del CREDA Lleida está formada por una profesional audioprotesista, con quien colaboran los demás profesionales del CREDA (psicopedagoga y logopedas), que dan servicio a unos 300 alumnos. Durante el curso, se llevan a cabo 152 valoraciones audiológicas de los alumnos sordos atendidos por el CREDA y 26 alumnos sordos más atendidos por el CEE y otros. También se realizan 115 valoraciones audiológicas derivadas por los servicios médicos del Hospital Arnau de Vilanova y el Santa Maria de Lleida.
El acto inaugural de esta nueva sala ha sido presidido por la directora general de Educación Infantil y Primaria, Carme Ortoll; el director de los Servicios Territoriales de Enseñanza, Miquel Àngel Cullerés, y la directora del CREDA, Rosa Pereta.
Pereta ha explicado que la sala de audiometrías del CREDA estaba ubicada desde los años 90 en los hogares de Sant Josep, que estaban especializados en alumnos sordos. Ahora, sin embargo, la sede del CREDA se ha trasladado al Instituto Joan Oró, y ha sido necesario habilitar una cabina para la coordinación entre profesionales y para dar un servicio global a las familias.
La tarea principal de la Unidad de Valoración y Orientación Audioprotésica del CREDA Lleida es valorar las capacidades auditivas del alumnado con pérdida auditiva y potenciarlas, tanto como se pueda, mediante la adaptación de prótesis auditivas y la utilización, si procede, de otras ayudas electroacústicas. También le corresponde informar del uso y mantenimiento de estas ayudas, así como del pronóstico audioprotésico, es decir, de los beneficios que obtendrá con su utilización y de las dificultades que pueden persistir. Desde el CREDA también atendieron el año pasado a unos 250 niños con trastornos graves de lenguaje, habla y comunicación.