Los Mossos d'Esquadra han detenido a una mujer de 57 años en Mollerussa (Pla d'Urgell) como presunta autora de un robo con fuerza en un domicilio donde había trabajado como limpiadora en el año 2022. La mujer ya había sido arrestada el pasado mes de agosto por unos hechos similares cometidos en otras casas de la misma localidad.
Según fuentes policiales, la mujer habría aprovechado su breve estancia laboral para robar varias joyas y monedas de oro de una cajonera que abrió con una llave que había encontrado en un cajón. El valor total del material sustraído superaría los 9.000 euros. Posteriormente, habría vendido las piezas a un joyero de la comarca, que también ha sido detenido.
Los familiares de la víctima sospecharon de ella desde el primer momento, pero no denunciaron los hechos por miedo a posibles represalias, ya que la mujer y su marido los habrían intimidado.
A raíz de esta nueva información, los agentes descubrieron que el joyero, de 64 años, no conservaba ningún registro de las compraventas, hecho que constituye una infracción administrativa y podría implicarlo en un delito de receptación.
El pasado jueves, los Mossos detuvieron a la mujer como presunta autora del robo con fuerza. Al día siguiente, pasó a disposición del juzgado de guardia de Lleida. El joyero también fue arrestado, pero tras declarar en comisaría quedó en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.
Antecedentes recientes
La misma mujer ya había sido detenida el 8 de agosto por un caso muy similar. A finales de 2023, mientras realizaba tareas de limpieza en otro domicilio de Mollerussa, la propietaria detectó la ausencia de joyas y dinero y decidió prepararle una trampa para confirmar las sospechas. Al ser descubierta, la mujer pidió que no la denunciaran, prometiendo devolver lo que había robado, pero nunca cumplió su palabra.
Cansada de esperar, la víctima decidió finalmente denunciar los hechos y aportar pruebas concluyentes a los Mossos, lo que permitió a los investigadores relacionar los dos casos y acabar cerrando el círculo con la detención de la sospechosa y del joyero implicado.
La policía no descarta que puedan aparecer más víctimas que, por miedo o desconfianza, no hayan denunciado los hechos hasta ahora.