A dos días de las fiestas de Navidad, muchas familias de Lleida y de todas partes ya hacen números para llenar la mesa sin disparar el presupuesto, pero la verdad es que el coste de las comidas y cenas navideñas continúa subiendo respecto a años atrás, pero este año con un escenario desigual en las mesas ilerdenses: el cerdo local retoma dinamismo en precios y apoyo público, mientras que el pescado y el marisco mantienen presiones alcistas por la oferta reducida y restricciones de pesca.
Estudios recientes señalan que el menú navideño puede costar hasta un 50% más que hace cinco años, tanto por la evolución de los precios de los alimentos como por el peso de productos tradicionales de coste elevado.
La carne de cerdo, protagonista este año
Este 2025 el sector porcino ha experimentado variaciones recientes tras meses de ajustes de precio en origen. Informes de precios de mercado indican que los precios del cerdo han tendido a bajar moderadamente debido a la crisis de la Peste Porcina Africana (PPA) y ajustes de cotización en lonja, lo que en algunos casos ha reducido el coste del kilo vivo en origen.
Tal es la preocupación porque la crisis de la PPA vaya a peor, que a nivel institucional, tanto la Paeria de Lleida como la Generalitat han impulsado campañas específicas para promover el consumo de carne de cerdo durante las fiestas, destacando sus cualidades culinarias tradicionales y el valor del origen local dentro de la dieta mediterránea. Esta iniciativa, que incluye degustaciones y mensajes de apoyo al producto de proximidad, coincide con el objetivo de dar apoyo a la ganadería, que ha sufrido la presión de las enfermedades porcinas.
En muchos establecimientos de Lleida —carnicerías, mercados municipales o puntos de venta de proximidad— vendedores y clientes confirman una demanda más alta de cerdo y productos derivados que otras carnes más caras, especialmente en platos tradicionales de Navidad. Esta tendencia contribuye a aligerar una parte significativa del gasto del menú de Navidad.
El pescado y el marisco, en su línea de ascenso
En cuanto al pescado y el marisco, la realidad sigue siendo más tensa. El sector pesquero catalán alertó de que la falta de días extraordinarios de pesca podría reducir aún más la oferta para Navidad, con consecuencias inmediatas para los mayoristas y detallistas. Sin una ampliación de los días de pesca, algunos patrones advirtieron que sería difícil cubrir la demanda habitual de productos frescos durante estas fechas.
El resultado de estas dinámicas es un mercado donde especies muy tradicionales —como la gamba de la Costa Brava— se han encarecido notablemente respecto a la temporada pasada. Informaciones recientes indican que la gamba congelada —a pesar de ser una opción más asequible— ha cotizado alrededor de 80–85 € el kilo, cuando el año anterior se podía encontrar entre 60–65 € el kilo, lo que supone un incremento claro de coste para el consumidor.
Esto impacta directamente en especies muy solicitadas como lamerluza, el rape o las cigalas, que en muchos casos mantienen precios sostenidos y elevados respecto a los niveles de años anteriores. Aunque los mayoristas garantizan suministro suficiente para la campaña navideña, la combinación de costes y menor oferta hace que el coste final para un consumidor acostumbrado a mesas tradicionales pueda resultar significativamente más alto.
Las familias optan por un menú más barato
Un elemento que se ha notado en Lleida es el cambio de hábitos de consumo de pescado: muchas familias están optando por especies alternativas, productos congelados o reservando el pescado fresco para una sola comida especial de Navidad, con el objetivo de contener el gasto sin renunciar completamente a la tradición.
En conjunto, la Navidad de este año dibuja un escenario de consumo más selectivo y planificado: el cerdo local emerge como una opción más accesible y vinculada al territorio, reforzada por las campañas institucionales, mientras que el pescado y el marisco continúan siendo los productos más condicionados por factores externos como la regulación pesquera y la disponibilidad real de capturas.