Los investigados por el accidente en la N-240, en Lleida, niegan que estuvieran haciendo una carrera

03 de julio de 2017 a las 16:38h
Los investigados por el accidente en la N-240, en Lleida, en el que murió una vecina de Les Borges Blanques de 27 años han declarado este lunes en los juzgados de Lleida en fase de instrucción. Son un hombre y una mujer que conducían los dos coches implicados en el siniestro (además del vehículo de la víctima) y podrían ser acusados de un delito de homicidio por imprudencia. Más de una treintena de familiares y amigos de la chica, entre ellos sus padres, se han concentrado este lunes ante los juzgados de Lleida con pancartas, para reclamar justicia y que se endurezcan las leyes para aumentar las penas en delitos de tráfico. También han vuelto a pedir que se desdoble la N-240. Según los Mossos d'Esquadra, los dos investigados circulaban con las luces apagadas por la carretera, de noche, y haciendo carreras. Según el abogado de uno de ellos, Joan Argilés, los investigados han negado estos extremos, aunque han reconocido que circulaban a una velocidad "un poco más elevada" de la permitida.
El siniestro se produjo a la una de la madrugada del 16 de octubre de 2016 en el kilómetro 83,1 de la N-240. En el accidente colisionaron tres vehículos, el conducido por la víctima y los conducidos por los dos investigados, un hombre y una mujer de origen rumano. Como consecuencia de la colisión, el vehículo de la víctima, M. S., cayó a un canal que transcurre paralelo a la carretera y murió en el acto. El padre de la joven, Carlos Soria, ha reclamado, visiblemente afectado, un endurecimiento del código penal para castigar conductas como la que, según denuncia, causó la muerte de su hija. El homicidio imprudente (si finalmente se les acaba acusando) contempla una pena máxima de cuatro años de prisión y Soria lo considera insuficiente. "Son penas muy blandas porque para mí son asesinos", ha dicho. "Iban a una velocidad desorbitada, invadieron el carril de mi hija y no avisaron. Es inadmisible que no llamaran a nadie". El padre de la víctima ha añadido que para él, "todos son culpables", tanto los conductores de los vehículos como los acompañantes ya que nadie llamó a emergencias. "Para mí es un homicidio voluntario", ha dicho, "porque iban con exceso de velocidad, con las luces apagadas e invadieron el carril contrario". El abogado de uno de los investigados, Joan Argilés, ha explicado en cambio que su cliente ha negado en su declaración judicial los extremos de los que se les acusa. Según Argilés, el investigado ha dicho que iba con las luces encendidas porque en su coche se encienden automáticamente, que no estaba haciendo carreras y que no invadió el carril contrario. Según Argilés, la investigada habría declarado que frenó porque vio que el coche de la víctima invadía su carril y que, entonces, el coche del otro investigado chocó con ella y acabó impactando con el de la chica, que salió de la vía. Según el informe de los Mossos d'Esquadra, sin embargo, los coches de los investigados estaban circulando de manera temeraria haciendo una carrera y la víctima les intentó evitar con un golpe de volante
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C CIUTAT
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