Nuevo susto en la Seu Vella de Lleida por un desprendimiento de piedras en la puerta de Sant Andreu, la entrada a través de los ascensores del Canyeret y por donde se accede desde la plaza Sant Joan. Así lo confirmó el lunes el alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, en el marco de la presentación del nuevo Bus Turístico en la ciudad donde explicó que la noche del domingo al lunes se produjo un susto en la puerta de Sant Andreu de la Seu Vella.
"Han caído unos placatges que ya se están interviniendo, unas piedras que no tienen valor patrimonial ya que se trata de una construcción de los años cincuenta, y que fruto del agua han caído sin ningún incidente de carácter personal y en los próximos días quedará resuelto", explicó el paer en cap. En este sentido, dijo, que "estamos atentos siempre de lo que pasa en el Turó de la Seu Vella, y esta noche se ha producido esto y esta mañana ya están actuando los servicios de Patrimonio de la Paeria con coordinación con la dirección del Turó".
Cabe recordar que a principios de enero el agua también fue la causante directa de otro desprendimiento del muro de la Seu Vella, concretamente en el baluarte de la Llengua de Serp. Desde entonces se está trabajando aún en su reparación, así como otras mejoras que se están llevando a cabo en la Seu Vella como la última fase de las obras de restauración de las cubiertas de dos galerías del claustro financiadas por el Ministerio de cultura.
El Consorci del Turó de la Seu Vella de Lleida, con el alcalde Fèlix Larrosa al frente como presidente, anunció a mediados de febrero que volvería a actualizar el dossier de la candidatura de la Seu como Patrimonio Mundial de la Unesco, después que en enero se desestimara su inclusión. El alcalde afirmaba que asumía el "liderazgo" y la "responsabilidad" para que la Seu Vella obtenga el reconocimiento. De otra banda, también se han de recuperar los trabajos del Baluarte del Rey después de meses parados, así como la segunda fase de consolidación del Baluarte de Luvigny. Larrosa también recordó que este año destinarán 2 millones de euros al patrimonio de la ciudad y que 1,7 serán solo para la Seu Vella.