La Federación de Caza de Lleida ha constatado un repunte de la población de perdices rojas en el medio natural después de años de retroceso de la especie. En concreto, cifra en un 30% el incremento de ejemplares en los cotos del Segrià, el Urgell y la Noguera. Los cazadores lo atribuyen sobre todo al calor y la sequía del verano, unas condiciones meteorológicas que favorecen la proliferación de esta ave, una de las más preciadas de la caza menor. En todo caso, la población de estas aves en el conjunto del país ha bajado respecto a décadas atrás y cada año se hacen repoblaciones con ejemplares de granja. Este domingo la centenaria feria de la Perdiz de Vilanova de Meià (Noguera) se ha convertido de nuevo en un punto de encuentro para criadores y aficionados con una cuarentena de paradas de aves de corral y un concurso para premiar las mejores aves expuestas.
La inauguración la debía presidir la consejera de Agricultura destituida Meritxell Serret, actualmente en Bélgica. El ayuntamiento no ha querido sustituirla por ninguna otra autoridad y se ha optado por leer un manifiesto para condenar la aplicación del artículo 155 en Cataluña y para reclamar la libertad de los dirigentes políticos y sociales encarcelados. Un "buen año" para la caza de la perdiz La temporada de caza menor que incluye la perdiz comenzó el 8 de octubre y se alarga hasta el 7 de enero. Las últimas campañas han estado marcadas por la escasez de ejemplares pero a estas alturas los cazadores auguran un "buen año" porque "la perdiz ha criado bastante bien, hay más densidad de lo que es habitual y se espera que haya un número alto de capturas", según ha explicado uno de los directivos de la Federación de Lleida, Eduard Martínez, que también ha hecho de jurado de la Feria de la Perdiz de Vilanova. Los cotos más favorecidos han sido los del Segrià, el Urgell y la Noguera. Según Martínez, aparte de las condiciones meteorológicas favorables, otro factor que ha ayudado es que los polluelos han nacido más tarde, cuando muchos campos de trigo y cebada ya estaban segados (desde junio hasta agosto). Esto ha evitado que los nidos terminaran destruidos por las máquinas recolectoras, uno de los principales peligros que deben afrontar las perdices. Sea como sea, para evitar que la población de esta especie vaya disminuyendo es fundamental hacer repoblaciones con ejemplares de granja. Martínez ha destacado que la cría se ha ido perfeccionando y actualmente "los ejemplares que se liberan son cinegéticamente muy puros, esto hace que las aves salvajes no tengan tanta presión y críen mucho mejor". Hay explotaciones que reproducen el hábitat de la perdiz en una zona controlada para que las crías puedan aprender la vida en el bosque pero de forma controlada. Por lo tanto, crían las perdices en semilibertad y adaptándolas al máximo posible a la vida de las perdices autóctonas para que puedan reincorporarse después al medio natural. Feria centenaria que atrae a unas 12.000 personas Con la perdiz roja como reclamo, Vilanova de Meià preserva una tradición ferial que se remonta al siglo XIV, cuando el rey Pedro III de Cataluña concedió el privilegio de hacer feria por San Martín. En las paradas de aves de corral también se podían encontrar faisanes, codornices, canarios o pavos, entre otros. Paralelamente, en las calles de la población se han instalado más de cien expositores de productos relacionados con el campo y la caza, de alimentos y artesanía. El alcalde, Xavier Terré, ha asegurado que "el tiempo ha acompañado y se mantendrá la cifra de 12.000 visitantes de los últimos años". Además, ha añadido que los expositores de pájaros también se han mostrado satisfechos del volumen de ventas, tanto de ejemplares que se convertirán en mascotas como para hacer repoblaciones. Por otra parte, Terré ha explicado que el acto oficial de inauguración que debía encabezar la consejera Serret se ha sustituido por la lectura de un manifiesto donde el ayuntamiento ha expuesto su malestar por la actuación del gobierno español en Cataluña. Aparte de la parte expositiva, este año el certamen ha recuperado el concurso de cocina de perdiz con una apuesta por los productos de proximidad, ya que los participantes han tenido que utilizar un mínimo de 3 productos del Valle de Meià para elaborar la receta. El programa de actividades complementarias ha incluido también talleres de cerámica para niños y jóvenes.
