La nave central de la Seu Vella vivirá esta noche una acción cultural de las más potentes de las que en los últimos tiempos hemos podido poner en marcha las instituciones de Lleida. Se trata de Esencial, un concierto que es mucho más que un concierto en la Seu Vella, que es mucho más que un recuerdo a las víctimas de la Covid-19, que es mucho más que un acto de homenaje a todas aquellas personas que se han mostrado esenciales ante el avance de la enfermedad, que es mucho más que un acto de visualización de Lleida como la potencia cultural y social que es y que ha sabido mantener el embate a pesar de las renuncias que ha comportado con los diversos confinamientos que hemos sufrido.
Esencial es la apuesta de la Diputación de Lleida, a través del Instituto de Estudios Ilerdenses conjuntamente con la Paeria y la Generalitat, por la cultura como herramienta indispensable que nos muestra −a nosotros mismos, a Cataluña y el mundo− como una sociedad fuerte, que sabe encontrar en sus esencias el esfuerzo colectivo para no perder su identidad en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo.
En esencia, es un concierto que se celebra a las 18 horas de hoy domingo, a puerta cerrada, en la nave central de la Seu Vella, protagonizado por la Orquesta Sinfónica Julià Carbonell de las Tierras de Lleida y Ars Mèdica, la única orquesta de cámara conformada íntegramente por médicos impulsada por el Colegio de Médicos de Barcelona. Y si bien el concierto se celebrará sin público, sus notas y el eco de la nave central de la Seu Vella que le conferirán un carácter muy especial, llegarán a todo el mundo gracias a la implicación cómplice de la práctica totalidad de los medios de comunicación de Lleida, que lo retransmitirán a sus audiencias en otra muestra hasta ahora inédita de colaboración que nos hace fuertes, muy fuertes, como sociedad.
Con un cuidado repertorio seleccionado por el director Alfons Reverté, la Seu Vella hoy nos hablará de duelo y ausencia, ocupando este triste silencio que nos ha dejado la pérdida de seres queridos. Pero también resonarán notas de fortitud, en un homenaje a todos los colectivos que se esmeran día a día en evitar la extensión de la pandemia y aquellos que están sufriendo las consecuencias económicas con voluntad de resistencia. Y los músicos profesionales −vestidos de negro respetuoso− y los médicos músicos −que vestirán con orgullo la bata blanca que los dignifica− nos demostrarán también que aún existe un rayo de esperanza.
Querríamos, además, que se sintiera un canto de gratitud. Primero de todo, hacia los colectivos que han dado un paso adelante cuando la sociedad se lo ha pedido y no han dudado en darlo, a pesar de todas las incertidumbres que, de hecho, aún tenemos sobre la afectación verdadera de la Covid-19. Y gratitud, también, para todos los colectivos económicos y sociales que son víctimas de las consecuencias de la enfermedad y los reiterados confinamientos que han detenido actividades económicas esenciales para nuestra sociedad.
Desde el inicio de la pandemia, desde el IEI hemos hecho una decidida apuesta por apaciguar al máximo el impacto que el paro de la actividad social ha impuesto al sector cultural, seguramente uno de los eslabones más débiles de la cadena nefasta de restricciones con la cual hemos intentado detener la expansión de la enfermedad. En pleno confinamiento contratamos artistas locales para hacer conciertos confinados, hemos readaptado el programa de ayudas para facilitar a los ayuntamientos que no detuvieran la contratación de acciones culturales locales y hemos impulsado la participación de artistas y compañías en todo el territorio leridano, como son las compañías de teatro de familia, disciplina en la cual Lleida es una potencia.
Con Esencial, queremos volver a dar el mensaje de que la cultura es esencial para Lleida y que, por este motivo, nos reunimos a su alrededor las instituciones de nuestra demarcación. Porque Lleida es capaz, hoy por hoy, de unir esfuerzos cuando recibe un golpe tan inesperado como devastador. Y no sólo las instituciones, que creo que nunca habíamos trabajado tan juntas como en estos meses, sino también los diferentes colectivos económicos y sociales, como lo demuestra la colaboración de los medios de comunicación.
Entre la mucha simbología que reúne Esencial no quiero pasar por alto que el IEI lo impulsa en su doble condición de institución cultural que fomenta las artes y el conocimiento en toda nuestra demarcación, y, también, por tener su sede principal en lo que fue Hospital de Santa Maria. Un espacio de curas para las personas que ahora mantiene cura por la cultura de nuestra sociedad. La sociedad leridana que se siente identificada en la sombra del campanario de la Seu Vella y que se proyectará más allá de los muros levantados por una raza gigante acoplando a las notas musicadas el eco de su imponente nave central. Este sonido, el de músicos profesionales y médicos músicos, debe hacer llegar a todo el país el espíritu leridano de resiliencia, de firmeza y de unidad de acción ante la enfermedad.
Estefania Rufach i Fontova
Vicepresidenta del Instituto de Estudios Ilerdenses