Lleida se convertirá a partir del viernes en Ciudad 30

ACN
27 de octubre de 2020 a las 18:00h
Lleida será a partir del fin de semana Ciudad 30. La Paeria da un paso importante en el modelo de movilidad en la ciudad con la implantación de las zonas 30 a partir del 30 de octubre. Con esta medida, el 87% de los viales de la ciudad tendrán la velocidad de circulación limitada a 30 km/h. Quedarán excluidos, sin embargo, los viales principales como el paseo de Ronda, la rambla de Aragón o las avenidas de Blondel y Prat de la Riba, entre otros, con limitación a una velocidad superior, generalmente de 50 km/h. Con las zonas 30 se recuperarán las aceras para peatones, y las bicicletas y los VMP podrán ir por la calzada, creando espacios más seguros para todos los usuarios.
El Ayuntamiento de Lleida ha presentado este martes la nueva regulación y la campaña que la acompañará para hacer la señalización correspondiente y la divulgación entre la ciudadanía. El alcalde Miquel Pueyo ha explicado que el confinamiento permitió poner en marcha algunas medidas y, ante la experiencia positiva, se ha querido dar un paso adelante con la aprobación en el pleno de junio de la medida la modificación de la velocidad en la mayoría de calles, que no ha recibido ninguna alegación. Esto, ha dicho, es significativo porque el proyecto nace con elevado consenso. Pueyo ha señalado que Lleida se suma al listado de ciudades que ya han hecho el cambio en el modelo de movilidad, como es el caso de Tarragona, Palma o Bilbao o, mirando a Europa, Estocolmo, Berlín o Londres. Y ha añadido que circular a menos velocidad comportará menos accidente y de menor gravedad. El 30 de octubre entra en vigor la normativa, pero el alcalde ha indicado que la Paeria es consciente del período de adaptación que requiere este cambio, por lo que primero se desplegará una campaña informativa en las redes sociales y en los medios de comunicación, para transmitir cuáles deben ser los nuevos hábitos a la hora de circular, y no se sancionará hasta al cabo de un mes, es decir a partir del 30 de noviembre. En las escuelas se hará una tarea divulgativa, así como con los y las agentes cívicos que participarán haciendo explicaciones más directas a las personas usuarias y conductoras. Pueyo ha apuntado que este martes se constituirá un grupo de trabajo para detectar el retorno de la implantación y para acabar de definir y trabajar el modelo de circulación que se quiere para Lleida. La medida afecta a unas 1.100 vías de la ciudad El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Toni Postius, ha señalado que son el 87% del total y que sólo 26, básicamente vías principales, tendrán una limitación superior. Postius ha recordado que la conversión en zona de peatones de las calles los fines de semana ya fue una primera acción, que tiene continuidad con el cambio de velocidad que se aplica a casi toda la ciudad. El Ayuntamiento de Lleida ha instalado 20 señales verticales en las entradas de la ciudad con la indicación de límite de velocidad y se reforzará la señalización horizontal y vertical de 50 km/h en las vías principales, con una setentena de paneles -se señalizarán las de 50 para indicar que en el resto, se debe circular a 30-. También se han establecido pautas para los conductores, peatones, ciclistas y conductores de vehículos de movilidad personal (VMP), donde se especifican los puntos que les implican más directamente, para saber por dónde se puede circular y algunas recomendaciones. Postius ha subrayado que deben poder convivir en las vías de 30 km/h y que la seguridad debe aumentar para todos. Igualmente, ha continuado que la medida no es estática, ya que se verá si es necesario adaptar algún elemento y dónde aplicar otros complementarios, como reductores de velocidad. El hecho de que se hayan cortado calles las últimas semanas ha permitido a la ciudadanía recuperar espacios públicos y, como ha dicho Postius, esto da la oportunidad para hacer una ciudad más sostenible. El cambio en la movilidad de la ciudad es uno de los grandes objetivos del gobierno de ERC, JxCat y del Comú, como ha remarcado el teniente de alcalde Sergi Talamonte, "porque las experiencias en otros lugares demuestran que una velocidad más reducida es buena para los usuarios en el ámbito de la seguridad y para el medio ambiente". Talamonte ha destacado la transversalidad de la iniciativa y el seguimiento que se irá haciendo. Según la Organización Mundial de la Salud, en caso de accidente hay 8 veces más posibilidades de morir si una persona sufre un atropello de un vehículo que circula a 50 km/h respecto a si lo hace a 30 km/h. El teniente de alcalde ha puesto el ejemplo de Pontevedra, donde se aplica las zonas 30 y desde 2011 no ha registrado ningún accidente mortal. "El coche dejará de ser el protagonista de las calzadas, no tendrá la prioridad", ha dicho. Talamonte ha incidido en la presión medioambiental, ya que a menos velocidad, menos emisión de dióxido de carbono (OC2), así como un 20% menos de partículas en suspensión o 3 decibelios menos en la ciudad. Es decir, se reduce la presión medioambiental, las emisiones -con ahorro energético- y el ruido. La previsión es que reduzca un 3% el CO2. El responsable de Transición Ecológica ha asegurado que es una apuesta para la convivencia de los diferentes tipos de vehículos en la ciudad, y es, además, un punto de partida que seguro que se podrá ir puliendo en los próximos meses en base a la experiencia que se tenga.