Las poblaciones del Baix Camp (Salou, Cambrils, La Pineda, etc.) se preparan para el paso de Lleida a fase 3 y, también, para el paso a "la nueva normalidad" de todas las provincias del Estado español, además, lo hacen con la esperanza de poder revivir un poco después de la inexistente Semana Santa y la tardía apertura de "fronteras".
Albert Rodríguez, empresario de la zona, en concreto de la heladería Gelatia, argumenta que "estamos esperando con ilusión la llegada de turismo de proximidad y del internacional, ya que no tenemos suficiente solo con el local, aunque lo valoramos mucho", además, argumentan que "nosotros al ser una heladería no tenemos que limitar el espacio pero sí que tomaremos todas las medidas de seguridad pertinentes, como mantener las distancias de seguridad, ofrecer gel hidroalcohólico, entre otras".
Rodríguez también admite que esta temporada prevén que las ventas caigan alrededor de un 50 por ciento por la incertidumbre que provoca el coronavirus y, también, por la tardía apertura de las fronteras. Por otro lado, esperan que "entre el 15 de julio y el 15 de agosto se intensifique el volumen de gente, sobre todo provenientes de las provincias de Lleida y Zaragoza", aunque también prevén que más allá de aquellas fechas el movimiento caiga más drásticamente que otros años, esto provoca que, de primeras, den la campaña como perdida.
