La contaminación atmosférica en la ciudad de Lleida ha caído con fuerza en la segunda quincena de marzo, durante los días de confinamiento con motivo de la emergencia sanitaria por Covid-19. Según los datos registrados en la estación de Lleida de la Red de Vigilancia y Prevención de la Contaminación Atmosférica (XVPCA), se ha detectado una importante caída de los dos principales contaminantes, el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM10).
Así, la presencia de dióxido de nitrógeno en el aire de la ciudad se ha reducido una media del 56% los días del confinamiento, respecto a la media de estos valores a lo largo de toda la década (2010-2019). La reducción máxima se constató el día 16 de marzo, con una disminución de los niveles de este contaminante del 72%.
El dióxido de nitrógeno es un contaminante estrechamente relacionado con el tráfico generado por los vehículos de combustión interna. La reducción drástica del volumen de tráfico en la ciudad por el estado de alarma, ha permitido constatar esta situación, que también se ha podido observar en otras ciudades. El análisis de los datos también permite detectar el efecto de las fuertes ventadas de la primera semana de marzo, que contribuyeron a la dispersión de los contaminantes de la ciudad.
En cuanto a las partículas en suspensión (PM10) se puede observar una tendencia similar, con los valores de este año claramente por debajo de la media de la década, aunque de forma menos regular. La media de presencia de este contaminante en el aire de Lleida se ha reducido en un 32%, con una reducción máxima del 77% el día 16 de marzo. Los niveles de partículas en suspensión en el aire también están estrechamente relacionados con la movilidad y el tráfico, aunque se dan fenómenos atmosféricos singulares de vientos del sur que arrastran polvo africano en suspensión y que pueden ocasionar de forma puntual picos elevados de estos elementos.
Esta estrecha vinculación entre la disminución del tráfico y la disminución de los contaminantes se ve corroborada con el análisis de la evolución de los contaminados según los días de la semana, ya que los fines de semana los valores de contaminación disminuyen sensiblemente mientras que los picos se dan los días laborables. Por otra parte, el tráfico, principal responsable de la contaminación atmosférica en la ciudad, también lo es del ruido, un grave problema de salud, y de elevadas emisiones de CO2, responsables del cambio climático.
"Tenemos que seguir trabajando por un modelo de movilidad que permita mantener la reducción de la contaminación más allá de los días de confinamiento" ha valorado el concejal de Transición Ecológica Sergi Talamonte. "La ciudad próspera y saludable que queremos, sólo lo será si consigue minimizar el tráfico de vehículos de combustión y fomenta los espacios libres, verdes y de calidad para el disfrute de la ciudadanía", ha añadido.
Efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud
Respirar cada día aire con altas concentraciones de contaminantes como las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), los óxidos de Nitrógeno (NO2) o el ozono (O3), causa unos efectos sobre la salud muy negativos. Está relacionado con cánceres de pulmón o de pecho, ansiedad, dolor de cabeza, depresión o con problemas cardiovasculares y respiratorios, entre otros, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), la contaminación en el estado español causa al año 34.300 muertes prematuras (datos del año 2016), dado que los valores de contaminación en las principales ciudades superan ampliamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
