Los 14 brotes que se han detectado en el Segrià corresponden a diez empresas hortofrutícolas, dos geriátricos de Lleida ciudad (nuevos casos en otra residencia y se mantienen los 18 casos de la Castrillón), al albergue Jericó (con un total de 26 casos) y en un edificio del Barrio Antiguo (con un total de 15 casos).
Pere Godoy, el responsable de Vigilancia Epidemiológica de Lleida, comentó que la "buena noticia es que conocemos los orígenes de los brotes", pero que la parte negativa es que "los positivos, como los empleados de las empresas, han encomendado a sus familias, por lo que se han activado cadenas de transmisión comunitarias difíciles de controlar".
Godoy explicó que el 95% de la población aún se puede infectar y que la coincidencia de una mayor actividad social y de la campaña de la fruta ha complicado la situación. De hecho, también afirmó que "un porcentaje notable" de los contagiados son temporeros o personas sin hogar.
Todo esto provoca que en Lleida y, en general en el Segrià, tal y como informamos ayer y según dijo la gerente de la Región Sanitaria, Divina Farreny, haya una incidencia 20 veces mayor que en el resto de Cataluña por cada 100.000 habitantes.
Además, en el conjunto de la demarcación de Lleida, existe el brote de la barbacoa en la Val d'Aran, con nueve positivos y que Salud da por controlado, mientras que el de la empresa agroalimentaria en la Segarra "está en vías de solución".
