El Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida estrenará la semana que viene el espacio hospitalario polivalente, anexo al edificio principal que se ha construido en un tiempo récord. El nuevo equipamiento, de 3.800 metros cuadrados, tiene como objetivo multiplicar la capacidad de respuesta del sistema hospitalario para poder hacer frente a la evolución de la pandemia de la COVID-19.
Está previsto que la planta baja del nuevo espacio entrará en funcionamiento el lunes, día 15, donde se realizarán las pruebas PCR a los pacientes con sospecha de COVID, así como la vacunación COVID de profesionales sanitarios.
El paer en cap, Miquel Pueyo, ha acompañado este jueves a la consejera de Salud, Alba Vergés, en la visita al espacio polivalente y han realizado un recorrido por las 4 plantas asistenciales del edificio. La teniente de alcalde y concejala de Recursos Municipales, Hacienda y Salud, Montse Pifarré, también ha asistido a la visita, junto con, entre otros, al delegado del Gobierno en Lleida, Ramon Farré; la gerente de la Región Sanitaria en Lleida del Servicio Catalán de la Salud, Divina Farreny, y el gerente territorial del Instituto Catalán de la Salud en Lleida, Alt Pirineo y Aran y Gestión de Servicios Sanitarios, Ramón Sentís.
En las explicaciones sobre el funcionamiento de las instalaciones ha quedado patente que el nuevo espacio ayudará a contribuir a mantener la actividad no COVID del hospital, dado que ésta se ha tensionado y ha obligado a desprogramar actividad. El hecho de que sea un espacio polivalente permite dar ahora una respuesta inmediata a la situación asistencial originada por la pandemia y puede reconvertirse en otros espacios y usos con una transformación global de las principales áreas del hospital. La primera planta está dotada con 24 espacios tipo box y se pondrá en marcha en función de la presión asistencial. Acogerá atención de urgencia a patologías respiratorias (PCR, rayos X).
La segunda planta se habilitará como planta de hospitalización de pacientes COVID, con una capacidad de hasta 32 camas, lo que ayudará a rebajar la presión en los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria, donde actualmente hay más de un centenar de pacientes ingresados con esta patología. Finalmente, la tercera planta es polivalente con espacios diáfanos, que también se usará para esponjar actividades del hospital que ahora se encuentran limitadas por las restricciones de espacios debido a las medidas COVID, entre las cuales podría ser hospital de día.
