Dos clínicas en Lleida realizarán abortos quirúrgicos y en el Pallars, farmacológicos

03 de marzo de 2021 a las 12:45h

El Hospital Comarcal del Pallars, en Tremp, ya puede practicar interrupciones voluntarias del embarazo por la vía farmacológica, convirtiéndose en el primer centro de la región sanitaria del Alt Pirineu y Aran que ofrece este servicio. Según informó ayer el departamento de Salud, que también trabaja con dos clínicas privadas de la ciudad de Lleida para que las lleidatanas que desean abortar entre la semana 9 (unos dos meses) y la 14 de gestación no tengan que desplazarse a Barcelona o a Tarragona, profesionales del Arnau de Vilanova se desplazan desde esta semana al Hospital del Pallars para administrar el tratamiento abortivo en las primeras semanas de gestación y también hacer un control de los embarazos de riesgo.

Asimismo, tanto el hospital de la Cerdanya como el de Vielha ya han iniciado los trámites para implantar el aborto farmacológico en los próximos meses. El colectivo Feministes del Pallars Jussà celebró ayer la ampliación de la cartera de servicios de ginecología en el centro hospitalario de Tremp, que definieron como "una victoria de la lucha feminista en las calles".

La portavoz, Mar Bacardit, explicó que "estamos contentas por este avance", aunque lamentó que "llega con años de retraso" y reclamó "una reforma que de una vez por todas resuelva las carencias de la ley de aborto, como las tres jornadas de reflexión obligatorias antes de interrumpir de manera voluntaria el embarazo". La organización, que mañana protagonizará junto a La Geganta Desperta y Voliaina una acción de protesta en Tremp para reclamar un acceso al aborto libre y gratuito, denunció que "los fondos públicos no deberían destinarse a clínicas privadas".

En esta misma línea se expresaron ayer desde Arran, que en un acto frente a la Fundación Sant Hospital de la Seu lamentaron que este centro no "lleve el debate sobre la mesa" de su patronato, integrado entre otros por el obispado de Urgell. En este sentido, aseguraron que "la objeción de conciencia, el papel de la iglesia y la privatización de los servicios" son los principales obstáculos que limitan el ejercicio de este derecho.