Cataluña cerró el 2020 con 5.737 desahucios, siendo la comunidad autónoma donde más se registraron el año pasado, según datos del Consejo General del Poder Judicial. En el conjunto del Estado se practicaron 29.406 lanzamientos. Tanto la cifra catalana como la estatal representan un descenso respecto al año anterior, pero evidencian que las suspensiones de desahucios dictadas por la Generalitat y la Moncloa han sido insuficientes. En la zona de influencia de los juzgados de Lleida se han practicado 269 desahucios, casi un desahucio al día y hay que tener en cuenta que los juzgados no ordenan los fines de semana. De estos, 146 fueron dictados por impagos de las cuotas de la hipoteca, 82 por impago de alquileres y 41 más por otras causas -impago de deudas o embargos de la administración pública.
En Tremp se produjeron 16 desahucios durante el año 2020, en Balaguer 44, en Cervera 51, en la Seu d'Urgell 13, en Vielha 8 y en Solsona 18. Como en el caso de los desahucios en Cataluña y a nivel del estado, el descenso de desahucios en los juzgados de Manresa respecto de 2019 es importante, en el año 2019 se produjeron 442. Este hecho no esconde que los decretos de la Generalitat y el gobierno del Estado, además de las medidas restrictivas por la pandemia, no han sido suficientes para reducir drásticamente esta cifra, y menos aún cuando no tiene en cuenta otros desalojos como los de las ocupaciones o los que se producen a raíz de los avisos judiciales antes de la orden ejecutiva.
La PAHC pone sobre la mesa que los dos decretos aprobados contra los desahucios han sido por "la presión de las PAH y de los movimientos por la vivienda". La plataforma recuerda que hay otros lanzamientos invisibilizados, "como el de las ocupaciones, que son muchísimos, o el de familias que se marchan de la vivienda debido a la presión de las inmobiliarias y el capital antes de hacerse efectivo el desalojo".
También recuerda que "si no hubiera sido por los desahucios que hemos llegado a parar habrían sido mucho más que un desahucio cada 48 horas". "Es extremadamente grave que en un año de pandemia, en que se está diciendo a la gente que se quede en casa, haya esta cantidad de desahucios". Además, la PAHC pone sobre la mesa una problemática añadida. "Si con la pandemia ha crecido la pobreza y se han reducido los desahucios, esto quiere decir que muchos de los lanzamientos que se tenían que hacer durante este 2020 han quedado aplazados, y esto quiere decir que después del estado de alarma habrá una oleada de desahucios, de manera que el 2021 puede ser un año durísimo", avisa la plataforma. Desde la PAHC calculan que "esta moratoria de desahucios vendrán este año acumulados a los que deberían haber normalmente". "El escenario es extremadamente preocupante", avisa, y hace un llamamiento "será necesario más que nunca una organización fuerte por el derecho a la vivienda" y que "las instituciones se pongan las pilas de una vez para garantizar un derecho que mientras esté secuestrado por el capital será imposible de garantizar". Desde la PAHC se recuerda la advertencia de que "mientras en Cataluña no hay ni un 1% de parque público de vivienda, en la Unión Europea este porcentaje sube hasta el 22%".