Carles Gibert, Diputació de Lleida: "¡Ya basta!"

23 de abril de 2021 a las 17:18h

Escribo desde quien se sabe nacido en el pueblo, ha vivido un tiempo en la capital y ha regresado al pueblo. De quien ve en el decrecimiento una oportunidad de futuro para un planeta enfermo. De quien entiende en el cooperativismo primerizo una herramienta para poder construir de nuevo aprendiendo de los demás, y en el asociacionismo civil una herramienta para poder gritar más fuerte. Aún así no hay peor sordera que la de quien no quiere oír.

En las tierras de Lleida, del Pirineo y del Aran producimos el 50% de los alimentos que consumimos en Cataluña, a la vez que podemos producir también muchos bienes y servicios con todos los recursos naturales de los que disponemos. Sólo nos falta una cosa, la gente. No es por falta de autoestima, pero somos el tercer mundo de Cataluña y esto provoca el derecho de pernada de los poderosos dentro del sistema capitalista y extractivo en el que vivimos a nivel planetario. Estos marcan objetivos a base de aplastar territorios poco atractivos y poco poblados y no son precisamente objetivos de desarrollo sostenible.

Este expolio maquiavélico lo vemos con la proliferación de centrales de energías renovables en manos de unos pocos y que nos empobrece a todos. Nos queremos parecer a países como Alemania y Dinamarca para justificar estos despropósitos, cuando realmente estos países hacen partícipes a la sociedad civil de sus proyectos y beneficios. Despilfarramos nuestros recursos, el viento y el sol, solidarizándonos con los de la capital que están abandonados al individualismo y la falsa autonomía personal y que malviven mayoritariamente en trabajos precarios y alquileres demasiado caros. ¿Cuánto vale la tierra de nuestros abuelos? No somos más que meros gestores de ésta. ¿Cómo les dejaremos la tierra a nuestros hijos? Nos reflejamos en estos objetivos de desarrollo sostenible para justificar un capitalismo decadente frente a una realidad que la COVID nos ha mostrado más dura que nunca, ahora todos somos iguales frente a la enfermedad, por lo tanto ahora, los intereses generales predominan sobre los privados.

Hace 90 años decía Francesc Macià: "Catalanes, sepamos hacernos dignos de Cataluña". Solidaricémonos pues a repoblar esta tierra firme y estos pueblos antes de que mueran, nosotros os lo daremos todo, seamos dignos económicamente. "La ley de la vida no debería ser la de la competición ni la adquisición, sino la de la cooperación y el bien de cada uno contribuyendo al bien de todos", decía hace 60 años en la India Jawaharlal Nehru. ¡Salud!

Carles Gibert i Bernaus Diputado de Transformación Económica de la Diputación de Lleida
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