Cementerio Les Potetes. Así se llama el primer cementerio de animales de la provincia de Lleida, situado en el Cogur, que se inaugurará en verano. Así lo ha confirmado la promotora, Encarna Arbonés, vecina del municipio que ha invertido unos 30.000 euros y ha utilizado más de 50 toneladas de piedra seca calcárea, extraída de márgenes de fincas vecinas que han sido allanadas ante la llegada del riego del canal Segarra-Garrigues.
"Queremos que el cementerio esté integrado en nuestro paisaje", dijo Arbonés, que pasó dos años acumulando materiales y construyendo muros, rotondas y jardineras con la única ayuda de su marido. Este proyecto tiene todas las licencias. El cementerio, de cerca de 3.000 metros cuadrados, acogerá inicialmente unos 200 nichos, que inicialmente se construirán sobre zócalos de hormigón, pero está previsto ampliarlos hasta los 700: "Los construiremos con grava o corteza para reducir el impacto medioambiental", dijo. Además, proporcionará cajas biodegradables a cada entierro.
En el cementerio habrá perros de todas las razas e incluso gatos, y sus propietarios pagarán entre 50 y 300 euros por nicho, según el tamaño, además de una cuota fija anual de unos 6 euros. También habrá una fosa común con una capacidad casi ilimitada. "Considero que mi cliente será básicamente del entorno urbano, que no tiene otra manera de deshacerse del cadáver que no sea la incineración." También ofrecerá un servicio de traslado para los cuerpos de las mascotas.
En las comarcas de Lleida, Torrelameu también promueve un cementerio de animales en el municipio. Los más cercanos son Riudoms (Tarragona) o Torrelles del Llobregat (Barcelona).
