El Servei Català de Trànsit (SCT) ha puesto en marcha un sistema que alerta de la presencia de ciclistas dentro de un túnel, con el objetivo de reducir la siniestralidad de este colectivo vulnerable. Se trata de un dispositivo pionero en todo el estado español y que se ha instalado en la Seu d'Urgell, en la carretera N-145 que va hacia Andorra. Este sirve para avisar de manera dinámica a los conductores de vehículos de la circulación de bicicletas por el interior de túneles y advertirles que deben reducir la velocidad. Todo ello, funciona en base a un sistema de reconocimiento por imagen mediante inteligencia artificial, el cual detecta a los ciclistas antes de entrar en el túnel, y unas señales de advertencia luminosas que informan sobre su presencia.
Una vez que el sistema de reconocimiento por imagen basado en inteligencia artificial detecta una bicicleta en este punto de la vía, se enciende el panel de aviso que alerta de la presencia de un ciclista en el túnel. La señal, que a la vez también indica una reducción de la velocidad máxima permitida, se mantiene activo el tiempo que se estima que el ciclista tarda en cruzar el túnel. Posteriormente, este se apaga de forma automática y continúa desactivado siempre que no se detecte una bicicleta.
La subdirectora general de gestión del tráfico del Servei Català de Trànsit, Lourdes Puigbarraca, ha explicado que el objetivo de la implementación de este sistema, de forma piloto, es mejorar la seguridad de este colectivo en esta vía. En este sentido, ha dicho que se ha optado por instalarlo en la Seu d'Urgell, cerca del túnel del Bordar, porque es una vía que soporta un tráfico de más de 10.000 vehículos diarios y donde hay personas que practican el ciclismo desde una vertiente deportiva. La idea, sin embargo, es ir extendiéndolo a varias carreteras de Cataluña y se están terminando de estudiar los tramos donde hay una alta movilidad por parte de este colectivo y que registran un índice de siniestralidad más elevado.
Puigbarraca ha indicado que en los últimos años ha habido un aumento de la movilidad en bicicleta, ya sea como medio de transporte como desde una vertiente deportiva y de ocio. En este primer panel, la velocidad se debe reducir de 80 a 60 kilómetros por hora y, para comprobar que se cumple la normativa, se prevén llevar a cabo controles conjuntos con los Mossos d'Esquadra. De hecho, la subdirectora de gestión del tráfico ha detallado que las principales infracciones de los conductores de vehículos tienen que ver con la velocidad, además de no respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros. También las hay por distracciones al volante o por defectos en la vía.
Paralelamente, también se está trabajando en un mapa seguro de tráfico para ciclistas donde quedarán indicados todos los tramos de acumulación de accidentes. Además, se quiere promover de forma conjunta con los entes locales un uso preferente para ciclistas en determinadas vías durante ciertos días de la semana, como hizo el Consell Comarcal de Berguedà con la carretera del Coll de Pal.
Desde la Federación Catalana de Ciclismo han valorado muy positivamente la implementación de este sistema, tal como ha comentado su presidente, Joaquim Vilaplana, que también ha hablado de la necesidad de sancionar a los conductores que no reducen la velocidad cuando se encuentran con un ciclista y que se apliquen "penas máximas" en el caso de que se produzca una muerte por imprudencia. De hecho, en lo que llevamos de año, cuatro ciclistas han perdido la vida en las carreteras catalanas y 63 más han resultado heridos de gravedad. La cifra alcanza las 121 víctimas en los últimos 15 años, en los que se han producido más de 6.000 siniestros viarios donde se ha visto implicado algún ciclista.