El Ayuntamiento de la Seu d'Urgell ha retirado recientemente un nido de avispa asiática que se encontraba ubicado en la rotonda de Andorra. Aunque el nido era secundario y se encontraba inactivo, sin ningún riesgo para la ciudadanía, se ha quitado al tener fácil acceso.
También se han detectado dos nidos más en la zona del bosque de ribera de los ríos Segre y Valira, pero por su difícil acceso y estar inactivos -según han informado los agentes rurales- no es necesario retirarlos. Cabe destacar que estos nidos son de la primavera pasada, y se detectan en otoño e invierno, una vez han caído las hojas de los árboles.
Esta especie se está extendiendo por toda Cataluña, y la Seu d'Urgell no es una excepción. Por eso es importante tener identificada su presencia en nuestro municipio. Por este motivo se pide a la ciudadanía que en caso de detectar un avispero de avispa asiática, sobre todo a finales de invierno hasta otoño, que lo comunique al Ayuntamiento de la Seu para que se pueda valorar cuál debe ser la actuación.
Hay que decir que las cuatro diputaciones catalanas han creado una aplicación para móvil, cat vespa asiática: https://vespaasiaticamap.sitmun.cat disponible para toda la ciudadanía con el fin de incrementar la recogida de observaciones de un nido o avispero por todo el país.
Vespa velutina o avispa asiática
La vespa velutina o avispa asiática es una avispa invasora que se detectó en Cataluña en 2012 y que actualmente se está expandiendo por toda Cataluña. Esta avispa presenta un aspecto más oscuro y es de mayor tamaño que la avispa autóctona. La problemática de estas avispas es el efecto directo hacia la apicultura al ser una avispa que depreda las abejas autóctonas comportando un efecto hacia la producción de miel, cera y otros productos apícolas.
También tiene un efecto directo hacia la biodiversidad animal al ser un nuevo depredador de los invertebrados autóctonos que altera el equilibrio de los ecosistemas. También conllevan riesgos sobre la salud pública y genera inseguridad pública ante la presencia cercana de avisperos. Aunque a veces se crea alarma social, hay que remarcar que la avispa asiática no es agresiva con las personas excepto si se está a pocos metros de un avispero. A más de 5 metros del nido no suele haber peligro.
Hay que decir que existe un protocolo de actuaciones de la avispa asiática elaborado por la Generalitat de Catalunya que indica en qué casos hay que actuar y de qué manera en función del tipo de nido (primarios o secundarios), si son activos o inactivos y también en función del riesgo para las personas.
Las avispas asiáticas construyen varios tipos de nidos, los embrionarios que son de tamaño pequeño, inferior a una pelota de tenis, y abierto por la parte inferior. En estos nidos, a finales de invierno las avispas reinas crían. Normalmente, se sitúan en lugares protegidos de edificios, almacenes y otras construcciones humanas o bien en agujeros naturales resguardados. En primavera, este nido embrionario crece y evoluciona gracias a la tarea de las avispas obreras, que construyen un nido más grande en el mismo emplazamiento que se denomina 'avispero primario'. Este avispero primario va creciendo en volumen y formando varios pisos de panales con celdas de cría. Como a menudo el espacio donde se ha desarrollado el avispero primario es limitado por el crecimiento de la colonia, las obreras buscan un segundo emplazamiento donde construir un segundo avispero, el avispero secundario, que puede alcanzar grandes dimensiones. Normalmente, el lugar elegido por las vespes velutines son las copas de los árboles, especialmente de los árboles de ribera.
En otoño los nidos secundarios son abandonados, ya que las reinas hibernan de forma separada y se abandonan y no son reutilizados al año siguiente. En invierno los machos y las obreras mueren.
El control más efectivo de la población de avispa asiática es la neutralización de los avisperos antes del verano, antes de la formación de avispas reinas. Los avisperos activos deben ser neutralizados por empresas especializadas. Hay que decir que los avisperos inactivos no tienen ningún riesgo para las personas y no es necesario que sean retirados al no ser reutilizados por las avispas que los abandonan.