La Seu d'Urgell estrena nuevo alcalde, después de que Compromís per la Seu se quedara a un solo concejal de la absoluta. Joan Barrera comenzará el mandato en minoría y tendrá que construir puentes con los partidos de la oposición para sacar adelante su plan de gobierno. Para empezar, el nuevo alcalde marca cuestiones como la limpieza, la residencia de ancianos, el hospital o la dinamización económica como algunas de las prioridades de su ejecutivo en el primer tramo de mandato. Entrevistamos a Joan Barrera para conocer qué mandato proyecta.
En su investidura habló de la vocación de “construir sobre lo que ya está construido” y de un “cambio tranquilo” que aproveche lo que ya se ha hecho. ¿Qué ámbitos son los que se ha encontrado en mejor estado en el Ayuntamiento y cuáles necesitan un cambio más profundo?Se ha trabajado en el pasado y nos encontramos con un ayuntamiento que tiene un recorrido. En algunas cosas podemos estar más de acuerdo y en otras menos. Las que queremos continuar son por ejemplo INEF. El alcalde Batalla tuvo la idea de llevar la universidad de educación física a la Seu y nosotros lo continuaremos y lo intentaremos potenciar para buscar más estudios universitarios y más jóvenes en la ciudad.
En otros temas que no nos gustan... cada uno tiene su modelo de ciudad y tenemos que poner nuestra huella en todo aquello que hacemos. Queremos dar un giro en proyección económica o en la limpieza, que es un tema imprescindible para nosotros. Es el punto número 1 a cambiar esta legislatura. Son cosas que ya hemos dicho en campaña. Cuando entras a gobernar tienes que continuar con la tarea que dijiste que harías.
En limpieza han empezado con cuestiones como los grafitis o las palomas. ¿Cuáles son las otras medidas que se deben aplicar como ‘plan de choque’?Al final, estamos cambiando la manera de hacer. Con los grafitis se hacía algo, pero no decididamente. Lo que queremos es cambiar el modelo de gestión. Se ha hecho lo que se ha podido durante muchos años y ahora toca dar un paso adelante. Hemos puesto a Toni Nadal como concejal de Vía Pública y se dedica exclusivamente al tema de Vía Pública y Seguridad. Es un tema muy importante y trabajaremos intensamente en ello.
¿Se debe incrementar el personal que trabaja en ello?El personal siempre trabaja, pero se deben reforzar otros temas. Por ejemplo, en el tema de las palomas, hay edificios que están abiertos y las palomas entran en las partes altas, hacen nidos y hacen sus necesidades en las calles. Por lo tanto, no es un problema de personal, sino de cómo se deben hacer las cosas. Son temas de limpieza y también de urbanismo y mantenimiento. Otra cuestión a trabajar son los excrementos de perro, que se debe ocupar la policía para perseguir a los incívicos.
Los proyectos deberá sacarlos adelante con un gobierno en minoría. ¿Le preocupa que en algún punto sobrevuele la posibilidad de una moción de censura o no le den los números para aprobar diversas cuestiones?Lo que tenemos que hacer es aplicar nuestro proyecto para la Seu, no nos preocupa una moción de censura. No porque vayamos sobrados, sino porque tenemos que hacer nuestro camino y hacer iniciativas lógicas, normales y pactadas con el resto. Seguro que será una legislatura que costará, pero tenemos que convertir esta dificultad en una oportunidad para el diálogo. No queremos que se encuentren como nosotros la legislatura pasada. Cuando tienes una mayoría absoluta, al final vas haciendo y la oposición queda sorda y ciega. Esto no puede pasar. Además, no proponemos hacer la Torre Eiffel en medio del paseo. Todo el mundo debe estar de acuerdo con la residencia, el nuevo hospital o que la Seu sea más dinámica. No ahorraremos ni un solo esfuerzo en hablar con todo el mundo.
¿La posibilidad de que ERC entre en el gobierno se puede abrir después del 23J o a partir de 2024?Cuando ganamos las elecciones, quisimos hablar con los grupos municipales para ver hasta dónde se podía llegar. El tono fue correcto y nadie pensó que fuera el momento de sumarse a un equipo de gobierno con nosotros. Todo el mundo debe resituarse y buscar su papel en esta legislatura. Las mismas dinámicas serán las que traigan un posible pacto con quien sea, estamos abiertos al diálogo. Será una de nuestras señas de identidad.
Sobre el gobierno, lo han organizado en tres áreas. ¿Qué pretende conseguir esta repartición?Persigue adelgazar lo que son las comisiones para hacerlas más ágiles y también facilitar que todo el mundo participe en la oposición y en la Junta de Gobierno. Son tres áreas lógicas y coherentes: urbanismo y vía pública, tema económico y acción social, cultura y educación.
Usted se hará cargo de Cultura y Patrimonio. ¿Cuáles serán las prioridades?El concejal de Cultura y Patrimonio de la anterior legislatura hizo un buen trabajo. En la línea de lo que dejó, tenemos que pensar en qué queremos a escala cultural. Hay retos que tenemos que sacar adelante, como el espacio Armengol. También tenemos que trabajar el tema del Teatro-Auditorio. Por otro lado, en Patrimonio llevábamos en el programa elegir la figura de técnico de patrimonio para ponerlo en valor.
La residencia de ancianos era uno de los grandes proyectos que planteaba en campaña como “prioridad absoluta”. ¿Cómo pueden avanzar en este sentido?Tenemos que hacer que esté construida antes de que termine la legislatura en 2027. Es una de nuestras prioridades, lo llevábamos en el programa en 2015, 2019 y 2023. Estamos dedicando muchos esfuerzos estas primeras para sacarla adelante. Tenemos 3 millones de euros del Estado que es una oportunidad, pero también una obligación, ya que tenemos que licitar el proyecto constructivo antes de finalizar este año. Si no se hace, se pierden. Se debe construir sí o sí.
¿Qué sinergias se pueden explorar con el Principado de Andorra?El primero, el hospital. Siempre lo hemos dicho desde la oposición. Debe ser una oportunidad para ahorrarnos viajes hacia Lleida y Barcelona. Es prioritario. En segundo lugar, en cuanto a los fronterizos, hay muchos temas en común que se deben sacar adelante. El sanitario o el transporte, que se ha hablado mucho. Y, finalmente, el centro de salud mental, que también es un ejemplo de colaboración. Además, hay otras cuestiones como el área económica, que debe ayudar a impulsar la Seu y la comarca con este apoyo mutuo de Andorra.
La vivienda es uno de los grandes problemas en el municipio. ¿Las áreas de zonas de mercado residencial tensionado que están en proceso de aplicación pueden ser la solución?Puede facilitar que no siga esta escalada. Creemos que será positiva, aunque tenga unas consecuencias difíciles de predecir. Además, tenemos que hacer más pisos para familias vulnerables y jóvenes, y facilitar la construcción de nueva vivienda que pueda esponjar la dificultad de acceder a la vivienda.
¿Cuáles son las vías para adquirir estas viviendas?Queremos aplicar diferentes vías. Una es el antiguo edificio del Cal Pensament, otra son los terrenos en la Seu que son susceptibles de hacer nueva vivienda protegida y también apostamos en el Centro Histórico por rehabilitar edificios que están en mal estado. Evidentemente, la Sareb también debe tener un papel importante.
Aparte de lo que haga la Seu o Cataluña, quizás también se necesita que Andorra aplique medidas para destensar el mercado. ¿Lo habló con el Jefe de Gobierno, Xavier Espot, cuando se reunieron?No hablamos específicamente de ello. La vivienda también es prioritaria, pero tenemos el máximo respeto institucional hacia el gobierno de Andorra. Ellos saben que tienen un problema grave y ya anunciaron hace poco que harían una acción decidida por la vivienda social asequible. Esperamos que, por ambas partes, esto aligere el alquiler. No hablamos de ninguna política conjunta porque Andorra tiene su propia dinámica. Desde las dos administraciones haremos esfuerzos para hacer vivienda asequible, pero cada uno hará lo que le corresponda.
¿Qué objetivos se marcan para este primer tramo de mandato durante el año 2023?Mejorar la limpieza, que ya lo estamos haciendo; acercar el Ayuntamiento a la ciudadanía para que todo sea más fácil y que los canales sean asequibles; tener el anteproyecto y la licitación del proyecto de la residencia de ancianos; ser valientes y continuar con el Hospital, y seguir con la dinamización de la Seu en el ámbito económico para ser una ciudad mucho más viva con la Oficina de Reactivación Económica. Son objetivos ambiciosos.
Las elecciones generales pueden crear una inestabilidad política en este nuevo mandato. ¿Le preocupa?La inestabilidad no favorece a nadie. A la ciudadanía tampoco, que necesita políticas decididas, estables y saber hacia dónde vamos. Deseamos que podamos hablar con todas las administraciones. Es importantísimo hablar con la Diputación, la Generalitat y el Estado. De hecho, ha sido el Estado quien nos ha dado los 3 millones de euros para hacer la residencia.