Ayer por la mañana, el alcalde urgelense y concejal de Patrimonio Cultural, Joan Barrera, el arqueólogo de Patrimonio Activo, Òscar Augé, y el exconcejal de Cultura y de Patrimonio Cultural, Carlos Guàrdia, han presentado la cuarta fase, y última, de la excavación del yacimiento arqueológico del patio de Les Monges de la Seu d’Urgell, que se descubrió de manera fortuita en 2020 en el transcurso de unas obras para instalar una central térmica de biomasa en este espacio.
Tal y como ha explicado Òscar Augé, los objetivos que se planteaban en esta cuarta intervención arqueológica eran el derribo y retirada de unos 200 m2 de pavimento de hormigón que aún quedaba por extraer en los extremos del patio, y la rebaja con medios mecánicos y control arqueológico de las tierras, para ver si tenían continuidad las estructuras arqueológicas descubiertas hasta ahora; la eliminación de la gran plaza empedrada del siglo XVII, una vez documentada, para seguir excavando los niveles inferiores que este pedrusco tapaba; y la excavación y documentación de un horno de alfarero localizado el año pasado junto al lado interno de la muralla.
Bestorres y baluartes del siglo XVII
Augé ha anunciado que “la eliminación de las partes del patio que quedaban ha servido para confirmar la presencia de estructuras arqueológicas relacionadas con el urbanismo bajomedieval y moderno de este sector de la ciudad, y para descubrir más lienzo de la muralla que la cerraba, así como parte de una de las bestorres que la flanqueaban, y un tramo considerable de uno de los baluartes construidos en el último cuarto del siglo XVII, para reforzar las defensas de la Seu en aquellos momentos”. Al respecto, el arqueólogo urgelense ha manifestado que “desde el punto de vista historiográfico esto nos indica que la Seu d’Urgell bajomedieval podría tener una extensión mayor de la que pensábamos”.
Hallazgo de gran relevancia patrimonial y arqueológica
El arqueólogo de Patrimonio Activo también ha informado de que el levantamiento del firme de adoquines de la plaza de época barroca ha servido para poder ver la extensión real del horno de alfarero descubierto el año pasado, y localizar un segundo horno al lado, que indicarían la presencia en este espacio de un taller ceramista en un momento anterior al siglo XVII (posiblemente en el siglo XVI). “Las características de ambas estructuras, y su estado de conservación, hacen de este hallazgo un elemento de gran relevancia patrimonial y arqueológica en el contexto pirenaico y catalán, para entender la producción y el consumo de utensilios cerámicos en esta época”, ha afirmado Òscar Augé.
Por su parte, Carlos Guàrdia, que ha agradecido la invitación del alcalde Barrera para poder asistir a la presentación de la cuarta fase de la excavación, ha mostrado su satisfacción porque “la antigua Área de Patrimonio y Museos continúe teniendo esta entidad, muy contento de que esta área tenga una notoriedad dentro del cartapacio municipal y de la línea que quiere seguir el nuevo gobierno municipal en relación a este yacimiento arqueológico”. El exconcejal de Cultura ha añadido al respecto que “ver aquello que empezó un día del mes de julio de 2020 va teniendo toda esta continuidad que tiene un interés no solo del Ayuntamiento sino también por parte de la ciudadanía”.
Joan Barrera ha agradecido a Òscar Augé la tarea llevada a cabo en estas cuatro fases de la excavación que “nos da información nueva que rompe un poco con aquello que se sabía hasta ahora y que seguro que da nuevos objetivos a los historiadores de la Seu”. El alcalde urgelense ha querido agradecer también a Carlos Guàrdia el buen trabajo llevado a cabo para poder llevar a cabo esta excavación en el patio de Les Monges. “Pienso que lo que debemos hacer es seguir su estela tanto en el Área de Patrimonio como en este yacimiento”.
Mesa de expertos
En su intervención, el alcalde de la Seu ha avanzado “la creación, en un futuro, de una mesa para encontrarnos con los historiadores locales, así como con Carlos Guàrdia y Òscar Augé, y con el Área de Cultura del Ayuntamiento, para saber qué debemos hacer con este yacimiento, cómo le sacamos provecho a nivel patrimonial, cómo se conserva y cómo lo acercamos a la ciudadanía”.
Antecedentes del yacimiento
La relevancia de los restos documentados hasta el año 2020, con una parte de la trama urbana de la ciudad de época bajomedieval, y el hecho de ser un espacio de titularidad municipal sin un uso definido, hizo que, desde el primer momento, el Ayuntamiento de la Seu d’Urgell decidiera conservar los restos, y promover la excavación de todo el patio para ver la extensión del yacimiento, con el objetivo de musealizarlo y hacerlo visitable a la ciudadanía.
Asimismo, en 2021, el Pleno municipal, por unanimidad, lo declaró Bien Cultural de Interés Local (BCIL), de acuerdo con la Ley del patrimonio cultural catalán (LPCC), y lo catalogó como yacimiento arqueológico.
A esta figura de protección legal, además, habría que sumarle la catalogación de la muralla y el resto de elementos defensivos, como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), la máxima figura de protección que prevé la LPCC.