La Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del INS Terres de Ponent ha hecho un grito de alerta por la falta de espacio que les deja al límite del "colapso". Aseguran que el instituto, que está en funcionamiento desde 1980, está pensado para unos 250 alumnos y este curso habrá 500. David López, vicepresidente de la AFA, comentó que en el centro no se ha hecho ninguna reforma importante más allá de la instalación de 3 módulos en los años 90. Aunque también se habla de proyectos de ampliación desde hace 20 años, no se ha acabado materializando ninguno y ahora han tenido que adaptar aulas específicas e incluso el comedor para poder dar clases. Las familias lamentan que el profesorado no puede cubrir las exigencias de Enseñanza en materia docente.
López también ha explicado que el INS Terres de Ponent cada vez crece más y aunque las cosas se hacen bien desde el equipo docente, existe el problema de que no se puede trabajar ni ofrecer la "calidad de enseñanza" que requieren los alumnos por la falta de espacio. Asegura que existen problemas para gestionar y organizar el día a día y cubrir las exigencias de Enseñanza con relación a las pautas que hay que seguir para desarrollar el curso.Ahora mismo, en el centro solo hay dos aulas destinadas a materias específicas, pero ha sido necesario adaptar el comedor para dar clases. Otras como el aula de dibujo o la de música se han tenido que convertir también en clases para cursos corrientes y es prácticamente imposible poder desdoblar clases para realizar las actividades curriculares. Asimismo, la biblioteca se utiliza como aula para materias de bachillerato y algún desdoblamiento u optativa de la ESO. Los talleres de tecnología y los laboratorios también se utilizan para dar clases ordinarias.
Otro de los problemas afecta directamente a los profesores, ya que la sala que tienen para preparar materias y reunirse ha quedado pequeña por la cantidad actual de docentes que llega a los 60. De hecho, la sala está pensada para un máximo de 30 personas y a veces tienen que sentarse encima de la mesa.
Según la AFA, el hecho de que el centro esté pensado para un volumen de entre 250 y 300 alumnos hace que haya problemas de movilidad por los pasillos, que en determinados momentos se pueden ver colapsados. Además, aunque el edificio tiene tres plantas, no hay ningún ascensor, por lo que si hay algún alumno con movilidad reducida, solo queda la opción de que él y su clase estén ubicados siempre en los módulos exteriores que están a pie plano. Estos módulos se empezaron a instalar en los años 90 y el más nuevo ya tiene 9 años. Según la AFA han quedado muy obsoletos, con problemas de climatización tanto en verano como en invierno, cuando los alumnos muchas veces se ven obligados a dar clase con abrigos.
En 2002 se empezó a hablar de un proyecto de ampliación del centro, pero no ha terminado de arrancar nunca. Enseñanza hizo los planos y la previsión de espacio, pero no se ha terminado ejecutando nada y aunque la dirección del instituto hace peticiones por las condiciones actuales cada año, no se actúa. La AFA también ha hecho reiteradas peticiones a los servicios territoriales de Enseñanza en Lleida para tratar de desencallar la situación, pero lamentan que se encuentren a las puertas de comenzar un nuevo curso con la misma problemática. Por este motivo, no descartan realizar algún tipo de acción reivindicativa como poner alguna pancarta en las puertas del centro de cara al primer día de curso.
