La Conca de Barberà, el Anoia y la Segarra cierran filas para defender la captación de agua de Rialb, a través del canal Segarra-Garrigues. Los alcaldes de diez municipios afectados han invitado a los representantes de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) y al gobierno de Aragón, que se oponen frontalmente al proyecto, a fin de que conozcan la realidad del territorio, donde algunos pueblos como las Piles llevan más de diez años sin agua potable, con niveles de sulfatos casi seis veces superiores al máximo permitido. Desde esta región a caballo entre Lleida, Tarragona y Barcelona se insiste en que no disponen de ninguna otra salida para poder contar con agua potable para sus habitantes y que en ningún caso se trata de un trasvase encubierto. De hecho, todo este territorio es de la cuenca del Ebro, a excepción de cinco pueblos que también pertenecen, en parte, a cuencas internas, pero esta es la principal controversia.
Con actitud muy seria, los alcaldes de varios municipios de la Conca de Barberà -las Piles, Forès, Vallfogona de Riucorb, Passant y Belltall, Santa Coloma de Queralt, Savallà del Comtat y Conesa-, los presidentes de los Consejos Comarcales de la Conca y de la Segarra, y también el alcalde de Cervera, han querido salir al paso, en rueda de prensa conjunta este lunes en Montblanc, de las críticas al proyecto de abastecimiento de agua potable del canal Segarra-Garrigues a una treintena de municipios de estas dos comarcas, del Urgell y del Anoia. "De ninguna manera queremos una confrontación entre territorios y menos si son de nuestro propio país; no queremos una confrontación, solo pedimos algo tan simple, y es un derecho tan básico, como que nuestros pueblos puedan disponer de agua", ha afirmado Magí Trullols, el alcalde de Santa Coloma de Queralt. "Pero no hay ningún elemento que justifique esta confrontación", ha añadido el alcalde. "Y que alguien pueda decir de todo esto que esto es un trasvase es de una ridiculidad enorme y, en mi opinión, es hacer una lectura totalmente perversa e interesada de un tema que tanto nos preocupa a nosotros", ha sentenciado Trullols. El alcalde de Santa Coloma ha recordado que "para el conseller Rull, esta captación de agua de Rialb, a través del canal Segarra-Garrigues, es un acto de justicia, no solo de solidaridad, sino de justicia". Visiblemente molestos por las últimas críticas, los alcaldes han venido cargados de analíticas para demostrar la mala calidad del agua potable de sus municipios por la alta presencia de nitratos y sulfatos. También se han presentado con un trozo de tubería para ayudar a visualizar que el agua pasará por un tubo estrecho de 11 centímetros de diámetro interior y, por tanto, lejos de grandes tuberías de un hipotético trasvase. El punto de la discordia radica en que cinco municipios -Forès, las Piles y Santa Coloma de Queralt, en la Conca de Barberà, y Pujalt y Montmaneu, en el Anoia- comparten la particularidad de pertenecer a dos cuencas, la del Ebro, pero también las cuencas internas. Según los alcaldes, sin embargo, en volumen de habitantes solo representan unos 4.000 vecinos en un territorio donde se deben abastecer con camiones cisterna para poder tener agua potable. Con todo, sin embargo, los alcaldes recuerdan que hay autorización del Ministerio de Medio Ambiente, concedida en el año 2011, que avala esta "transferencia de hasta 0,62 hectómetros cúbicos al año", de una cuenca a la otra, a través del canal Segarra-Garrigues. "Es surrealista que nos encontremos aquí pidiendo agua potable, que en pleno siglo XXI estemos debatiendo agua, y el agua no puede ser propiedad de nadie", ha espetado el alcalde de Cervera. "Estamos convencidos de que el proyecto seguirá adelante, no tenemos ninguna otra alternativa técnica para hacer llegar de forma urgente agua de uso potable en estas comarcas, aquí no estamos planteando ni grandes infraestructuras ni grandes volúmenes de agua", ha concluido el presidente del Consejo Comarcal de la Conca de Barberà, Francesc Benet, quien no descarta algún tipo de movilización si se acabara estancando esta demanda histórica.