La Policía Nacional detuvo a un aficionado del Lleida Esportiu por atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos después del partido del domingo en el campo del equipo de Lleida, líder de la categoría, y en el que los de Gabri perdieron por 1-0. Según informó la policía a través de un comunicado: "seguidores radicales del grupo Rudes Lleida estuvieron profiriendo continuos insultos tanto a la policía como a la afición turolense". También argumenta que "motivo de seguridad", los agentes les obligaron a quedarse en la grada "hasta que la afición local abandonó el estadio, con la finalidad de evitar enfrentamientos", a pesar de que la policía subraya que "hicieron caso omiso de los agentes, adoptando una actitud agresiva y desafiante, e incluso intentando golpear a alguno de los policías".
Al acabar el partido, la policía estableció un dispositivo de búsqueda debido al escándalo que se produjo en un bar fuera del estadio, "donde al parecer seguidores del Lleida Esportiu estaban agrediendo a unos clientes y realizando diversos destrozos", continúa el comunicado. Después de detener el autobús, la policía identificó a los aficionados y detuvo a uno de ellos después de haber "intentado agredir a uno de los agentes policiales actuantes".
Por otro lado, "fueron propuestos para sanción 6 seguidores del grupo Rudes Lleida" por infracciones graves partiendo de la Ley 19/2007 contra la Violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.