Los Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) y de la Unidad de Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX-NRBQ) localizaron la semana pasada, en el marco de una investigación por salud pública, un kilo de cocaína y 32.400 euros en efectivo en un coche. A mediados del año pasado, en un control preventivo en el acceso a la ciudad por la LL-12, agentes del Arro detuvieron a los dos ocupantes de un coche e intervinieron dos bolsas con 275 gramos de cocaína que llevaban escondidos debajo de los asientos. Los dos detenidos venían del entorno metropolitano y la investigación continuó para saber el origen y el destino final de la droga. La policía descubrió que formaban parte de un grupo criminal y eran los responsables de transportar la droga.
Para dificultar la tarea de la policía y la localización de la droga, los detenidos utilizaban vehículos manipulados con escondites realizados en talleres especializados que los policías llaman "caletas" en su argot. Estos espacios no se pueden encontrar en un registro habitual de vehículos, ni revisando los elementos de desmontaje.
Ante las sospechas y con amparo judicial, el miércoles pasado los mossos hicieron un segundo registro en el coche intervenido en su momento. Con ayuda de los agentes del Tedax de Lleida, que disponen de elementos tecnológicos avanzados, y de la Unidad Territorial de Policía Científica, se logró localizar dos escondites. El primero entre los asientos traseros y el maletero, donde habían soldado una doble chapa creando un depósito oculto donde encontraron un kilogramo de cocaína. El segundo escondite se encontró a los pies del conductor, donde también una doble chapa conformaba un espacio donde localizaron los 32.400 euros.
En ambos casos, los espacios estaban forrados de la misma moqueta del vehículo y disponían de mecanismos eléctricos de apertura gracias a unos interruptores disimulados debajo del asiento del conductor.
La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones relacionadas con estos hechos.