Una pareja de jóvenes de 26 y 20 años fue detenida por la Guardia Urbana de Lleida acusada de un intento de homicidio por robar un teléfono a otro grupo de jóvenes. Los hechos tuvieron lugar en la plaza Ramon Berenguer IV de Lleida, junto a la estación de tren, el pasado sábado alrededor de las diez de la noche. La pareja de ladrones se acercó a otro grupo de tres chicos y después de pedirle sus pertenencias, agredieron a uno de ellos rompiéndole una botella de vidrio en la cabeza.
Los tres jóvenes se negaron a entregar sus objetos a los delincuentes y después de una discusión en medio de la calle y en una zona tan transitada como esta, el agresor de 26 años agarró una botella de vidrio y lo golpeó en la cabeza. De esta forma, tal como ha informado El Caso, dos de los jóvenes sufrieron heridas en las extremidades, en el tronco y en la cabeza. Además, una de las víctimas quedó inconsciente en el suelo a causa de la brutal paliza, ya que recibió varias patadas en la cabeza.
El ladrón de 26 años está acusado de un delito de tentativa de homicidio
Mientras el agresor de 26 años y los otros jóvenes se enfrentaban, la mujer de 20 años aprovechó para robar el teléfono móvil a la tercera víctima, la cual estaba intentando detener el conflicto. Por suerte, una vez consiguieron su botín, la pareja de ladrones abandonó la plaza rápidamente. Poco después, los agentes de la Guardia Urbana de Lleida y los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas se trasladaron hasta el lugar de los hechos para atender a los heridos de diversa consideración y conseguir una primera descripción de los agresores.
Alrededor de la una de la madrugada, una patrulla de la Guardia Urbana de Lleida localizó a los dos presuntos culpables en la Calle del Río, a escasos 400 metros de donde se había producido la discusión y el robo. Acto seguido, los agentes detuvieron a los dos ladrones acusados de un delito de lesiones y robo con violencia. Además, el hombre también está acusado de un delito de tentativa de homicidio después de golpear en la cabeza con una botella de vidrio y con patadas a las víctimas, dejando a una de ellas inconsciente en el suelo. Por suerte, las pertenencias sustraídas fueron localizadas y después de comprobar que pertenecían a las víctimas, devolvieron el teléfono móvil a su propietario.
